Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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El objetivo de proteger El Pinar y Villa Ventana

Preocupación de los bomberos de la zona serrana frente al fuerte viento que se pronostica para hoy.

   “A las 7.30 ya estábamos en el sector de Luro, y habíamos hecho los contrafuegos. A las 10 de la mañana no quedaba nada. Todo fue rapidísimo. Gracias a Dios no sufrimos inconvenientes serios de salud con ninguno de los bomberos”.

   La frase corresponde a Sergio Domínguez, titular del cuerpo de bomberos de Sierra de la Ventana.

    “Estamos trabajando para poder frenar el fuego mayor y que no se nos vaya para el lado del Pinar, la vertiente y Villa Ventana. Anoche (por el jueves) se pudo contener merced a los contrafuegos que se hicieron muy temprano por la mañana con las  máquinas, pero el fuego es algo indominable. ¡Pasó un contrafuego de más de 20 metros de ancho por arriba!”, acotó el servidor público.

   Informó que se agregaron dotaciones de varios puntos de la región -alrededor de veinte-, todas coordinadas por Sierra de la Ventana.

   “Estamos esperando la buena de Dios. Pero lamentablemente se está hablando que mañana (por hoy) habrá ráfagas de viento de 60/70 kilómetros por hora. Todo el trabajo que se pudo hacer para mejorar y prevenir se nos puede caer por completo”, lamentó.

   En ese sentido, aclaró que por esas horas recibieron un llamado inquietante desde la zona de San Pedro.

   “Estaba tomando fuego un sector que ya habíamos apagado el jueves y ahora tenemos todas las dotaciones apostadas en el sector de Esmeralda, contra el embalse del arroyo, que es justamente para que el fuego no pase hacia Villa”, explicó.

   “San Pedro nos queda a contramano de donde estamos trabajando en estos momentos. Buscamos defender Villa Ventana y una vez que podamos controlar los focos vamos a tener que mandar dotaciones para aquella zona, que nos está faltando”,  cerró. 

“No se pueden evitar”

   Florencia Benítez, propietaria de La Espadaña, se mostró preocupada y a la vez agradecida por la labor de los servidores públicos.

   “Este incendio viene siendo más complicado que anteriores. Está muy cerquita de la casa y la posada. Cuando vimos que cruzó la ruta ya sabíamos que se nos venía para este lado. Hace unos años el fuego se llevó unas 50 mil hectáreas. La sequía de estos últimos meses fue clave. Se hicieron más contrafuegos que otros años, pero este tipo de incendios no se pueden evitar. Gracias a Dios la tarea que hacen los bomberos es increíble”, explicó.