Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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¿Por qué los millennials desafían a la cadena de la carne vacuna?

Aseguran tener menos tiempo, son impacientes y piden por una personalización.

Guillermo D. Rueda
grueda@lanueva.com

   Los millennials (o Generación Y) representan otro nuevo gran desafío para la cadena de la carne vacuna, ya que son mucho más impacientes que sus predecesores, dicen tener menos tiempo y, a la vez, exigen personalización.

   En esta categoría, que agrupa a aquellos que llegaron a la edad adulta después del año 2.000, la conclusión se da mayormente entre hombres de entre 18 y 35 años de los niveles socioeconómicos más altos quienes, en líneas generales, desean un proceso de compra más veloz en los puntos de venta.

   Los datos surgen del informe de la Revista Carne Argentina del corriente mes, que publica el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) y edita el jefe de Prensa, Luis Fontoira.

   “Ahí tenemos otro gran desafío: trabajar sobre la góndola y el mostrador, sobre el proceso de compra, el packaging y las etiquetas, algo que valoran cada vez más los consumidores de todas las edades y especialmente los millennials”, aseguró Adrián Bifaretti, jefe de Promoción Interna del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) y responsable de procesar los resultados de los diferentes estudios de la entidad.

Adrián Bifaretti. / Foto: Emmanuel Briane.La Nueva.

   “Más allá de manifestarse 'apurados', son detallistas en cuanto a la personalización de los productos”, agregó Bifaretti.

   “En líneas generales, los estudios más recientes nos demuestran que, si bien en el mercado interno se registra una alta satisfacción de producto, existe un gran porcentaje de consumidores que podrían optar por alimentos sustitutos, especialmente por cuestiones de precio”, añadió Forte.

   “No debemos dormirnos en los laureles”, admitió.

   También dijo Forte que el desafío es trabajar en forma segmentada sobre la fidelización, con herramientas que permitan dar a cada segmento lo que está buscando y, de esa forma, consolidar la fidelización.

   Si bien casi el 95% de los argentinos consume carne vacuna, si se analiza la composición del mercado desde el punto de vista del marketing, con datos serios y profundos y cuali-cuantitativos, nadie posee el control del consumo.

   El desglose de aquel 95% de consumidores, apelando al uso de categorizaciones de análisis de mercado, se transfiere a los siguientes resultados: 43,4% de personas que pueden considerarse fanáticas; 39,6% de una categoría de mercenarios; 11,8% de rehenes y 5,2% de quienes ya reemplazaron la carne vacuna y no piensan volver a consumirla.

   En el informe se asegura que, si bien la categoría fanáticos es bastante obvia y fácil de interpretar, de acuerdo con Bifaretti, Jefe de Promoción Interna del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) y encargado de procesar los resultados de los diferentes estudios de la entidad, los mercenarios son aquellos que pueden abandonar el consumo de carne por cuestiones de precio, en tanto que los rehenes son los que no dejan la carne porque no saben cómo sustituirla y los restantes son los que ya reemplazaron la carne vacuna y no piensan volver a consumirla.

   “A grandes rasgos, como siempre decimos, es un escenario muy positivo, pero que a la vez nos desafía a trabajar sobre nuevos aspectos referidos a la comercialización y al consumo”, sostuvo el pampeano Ulises Forte, presidente del IPCVA.

Ulises Forte, titular del IPCVA.

   “Es la ventaja contar con estudios serios que nos permitan realizar inteligencia de mercado para detectar amenazas, oportunidades y, al mismo tiempo, buscar la deseada complementariedad entre el mercado doméstico y las exportaciones”, aseveró.

   De acuerdo a los resultados del Monitor de Estudio de Mercado que realizó el IPCVA durante el segundo semestre de 2017 (1.000 casos mensuales on line, en una muestra representativa a nivel país), el fanatismo, o la fidelidad incondicional a la carne, genera una mayor satisfacción en los distintos atributos evaluados, así como una mayor aceptación del precio.

   Esto quiere decir —de acuerdo con el informe— que seguramente la cadena deba realizar su mejor esfuerzo para fidelizar a los clientes, especialmente a aquellos que, por cuestiones de precios, entran en la categoría mercenarios y pueden optar por productos sustitutos.

   Según el trabajo, una de las claves principales está en el sabor, el atributo más valorado por los compradores.

   “Es uno de los elementos que deberán tomarse para mejorar la difusión del producto y aumentar la cantidad de compradores fieles”, manifestó Forte.

   Para Bifaretti, la cuestión pasa por el márketing y los costos eventuales.

   “Hay que tener en cuenta que, en términos de márketing, si fidelizar a un cliente cuesta una unidad monetaria, captar uno nuevo puede costar entre cinco y diez unidades y recuperar a un cliente, que se pasa a un producto competidor, implica entre 20 y 50 unidades monetarias”, explicó.

Crece la faena

   La faena de carne vacuna alcanzó —en este enero— los 1.150.000 cabezas, un 6,6% por encima de diciembre último, y 10,3% superior a igual período de 2017, informó la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes.

   “De confirmarse las cifras provisorias, sería el mejor enero de los últimos nueve años y el noveno de los últimos 39 años”, se sostuvo. 

   Señaló que el mayor aumento se dio en la faena de hembras, que subió 17,6% interanual, mientras que la de machos lo hizo en 4,9%.

   “Con estos guarismos, en enero de 2018 la participación de las hembras en la faena fue de 45%, lo que arroja un crecimiento de 2,8 puntos porcentuales al contrastar con enero de 2017”, dijo.

   En cuanto a la producción de carne vacuna, indicó que en el primer mes del año ascendió a 259 mil toneladas res con hueso (+ 7,1% y 10,3% interanual).

   Destacó que, entre enero de 2017 y enero de 2018, el valor promedio de la hacienda experimentó una suba de 18,9%, muy por debajo de la inflación general de precios.