Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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“Se puede conseguir un progreso económico a través del ecoturismo”

Un doctor en Biología oriundo de Lanús, dedicado a la conservación y reintroducción de especies en peligro   de extinción, visitó nuestra ciudad y comentó detalles sobre el cambio de paradigma que se vive en la materia.

Federico Moreno / fmoreno@lanueva.com

   Una persona que antes mataba a un animal para comer ahora es la más preocupada en protegerlo de cualquiera que busque dañarlo. Así de grande es el cambio de paradigma del que le habló a “La Nueva.” Gerardo Cerón, un joven doctor en Biología que vive en carpa en El Impenetrable del Chaco.

   A lo que el joven nacido en Lanús se refiere es al ecoturismo y a la conservación profunda, dos conceptos amalgamados que ya están sucediendo en la Argentina y que consisten en proteger especies que están en peligro de extinción, reconvirtiendo cultural y económicamente a toda la comunidad que las rodea. 

   “Esa persona que antes iba al parque -en su sentido extenso- a cazar un animal para poder comer, ahora es un guía que usa todo ese conocimiento profundo que tiene del monte, el pastizal o la selva y actúa como un conservador de la naturaleza”, ratificó Cerón, quien actualmente cumple funciones  para CLT, una fundación que se dedica a la conservación de especies.

   “Siempre se dice que es muy fácil hablar de conservación con la panza llena, esto se llama conservación profunda, porque incluye a las personas, por ejemplo los cazadores, gente que realmente disfrutaba de la naturaleza y la admiraba pero tenía una relación con ella a través de la muerte, por necesidad”, dijo. 

   “De esta forma se le puede ofrecer al turista una experiencia de calidad, no solo con la naturaleza sino con las costumbres, vestimentas, comidas, bailes y tradiciones del lugar. Hay que empezar a cambiar las formas de ver la naturaleza, a tomar conciencia de que podemos recuperar lo que teníamos, lo que no tiene por qué pensarse como un perjuicio ni que hay que pelear contra la naturaleza para progresar, todo lo contrario. A través del ecoturismo se puede tener un progreso económico y sustentable mucho mayor que, por ejemplo, el de la ganadería de subsistencia”, opinó el científico. 

Su actividad en el sur

   Cerón, de 33 años, vivió desde los 10 años hasta el año pasado en la zona de Bariloche. Creció en Dina Huapi, una pequeña localidad del conurbano barilochense e hizo hasta el posdoctorado en Biología en la Universidad del Comahue, especializándose en el pato de los torrentes, una especie tan particular que hasta la BBC le dedicó un documental. 

   “Podía pasar muchas semanas acampando para estudiar al pato, sin volver a la civilización. El año pasado estuve tres meses como voluntario en Esteros del Iberá y ahora estoy trabajando en El Impenetrable del Chaco, donde recién en estos momentos estamos empezando a tener unas casas-carpa un poco más resistentes”, contó.

   La ONG para la que trabaja, fundada por los Tompkins, una pareja estadounidense, compra grandes extensiones de tierra, las recupera en términos de especies en peligro y otros aspectos del ecosistema y después las dona al Estado argentino, pasando las mismas a ser Parques Nacionales.

   “Comenzaron con esta práctica en Chile y luego vinieron para nuestro país. En cada lugar al que llegaron los trataron de todo menos de bienintencionados. Todos pensaban que querían quedarse con el agua, hacer negocios, etcétera, pero la realidad es que su misión es loable y, por ejemplo en Chile, con sus donaciones incrementaron un 40 % los territorios destinados a parques nacionales”, explicó el joven.

Gratificación

   La tarea de reintroducir especies extintas en una zona o en todo el país es tan compleja como gratificante. 

   “Nos llegan animales de zoológicos a los que tenemos que adaptar a la vida salvaje. Hay aves que por haber estado toda su vida en una jaula no saben volar y tenemos que enseñarles a usar las alas, a buscar alimentos. Una vez que lo logran es muy emocionante. Uno a veces reniega de la picadura de un mosquito o una garrapata, pero amanecer en una carpa a la orilla del río, salir a andar en kayak y ver pasar una familia de tapires nadando a pocos metros es espectacular”, opinó el biólogo.

Su opinión sobre la proliferación de los carpinchos 

   Con respecto a la proliferación de los carpinchos en la comarca serrana, debido a lo cual algunos ejemplares comenzaron a verse en nuestra ciudad los últimos meses, Cerón explicó que se trata de un animal que “muy probablemente haya habitado esta zona anteriormente, y nos está regalando el hecho de regresar”.

   Sobre la posibilidad de que contaminen el agua con sus heces, el especialista sostuvo que “se tiene que tratar de un arroyo muy pequeño para que la concentración de heces contamine el agua, más cuando es corriente. Es curioso culpar a los carpinchos en una zona ganadera, donde las heces de las vacas son mucho más considerables”.

   “Como no me interioricé en la situación particular de la comarca serrana -el intendente de Tornquist los señaló como causantes de varios problemas- ignoro los detalles, pero hay que ver quién los declaró plaga o qué estudio hizo. Antes de alcanzar el punto de saturación, las poblaciones se van dispersando y los ejemplares jóvenes colonizan otros lugares. Está bueno dejarlos volver y disfrutarlos. En muchos lugares del mundo son un atractivo turístico espectacular”, cerró.