Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Pegados al equipo de “Mariu”

Dentro de la gobernación existe cierto malestar por el atraso en la ejecución y certificación de obras urbanas viales e hídricas.
La gobernadora ostenta altos niveles de imagen pública.

No podemos relajarnos. Tenemos que seguir militando territorialmente pese al clima de triunfalismo de que la votación legislativa de octubre ya está ganada por Cambiemos", se escuchó dentro de la residencia de la gobernadora María Eugenia Vidal.

Hasta La Plata viajó el jefe de Gabinete macrista, Marcos Peña, invitado por su par bonaerense Federico Salvai, para dar una charla motivacional a candidatos oficialistas en el Gran Buenos Aires gobernados por el peronismo.

El Conurbano es la gran apuesta de Cambiemos. El oficialismo quiere desplegar en ese territorio un plan de intervención en el espacio público para impactar en los barrios donde la “candidata más votada de las elecciones primarias” Cristina Fernández de Kirchner y el PJ clásico tiene mayor anclaje electoral.

Como de costumbre será central durante la campaña proselitista apoyarse en la figura de Vidal, la dirigente política del PRO con mayor imagen positiva.

En términos institucionales, la gobernadora de Cambiemos prefiere esperar hasta recién las primeras semanas de octubre para mandar al ministro Hernán Lacunza (Economía) a encabezar la ronda de visitas de funcionarios a la Legislatura para explicar los ejes centrales del Presupuesto 2018, junto a la Ley Impositiva (inmobiliario urbano y rural, y la alícuota de Ingresos Brutos, entre otros ítems) que se proyecta para la Provincia.

La decisión política de calle 6 es intentar aprobar la pauta presupuestaria antes del recambio legislativo del 10 de diciembre, cuando se renueva la mitad de las cámaras de Diputados y de Senadores.

Eso le permitiría evitar tener que ir a “negociar” con las cofradías del peronismo duro que se armarán apenas la expresidenta Cristina Fernández Kirchner sea formalmente electa como senadora nacional por Unidad Ciudadana.

Esa postura gubernamental en medio de la escasa actividad legislativa provoca derivaciones “negativas”. Con el aval de la “lógica política” el oficialismo patea para adelante cualquier debate parlamentario en tiempos electorales.

“Hablan de revolución de alegría y cambio, pero Cambiemos está esperando para después de octubre, para ver si puede usar la Legislatura de escribanía” certifica el jefe del bloque de senadores “massista” Jorge D'Onofrio.

El kirchnerismo legislativo opositor se sumó por diferencias ideológicas dentro del microclima político. Como en muchos aspectos, Cambiemos solo hace marketing de las soluciones, dicen mientras proponen que el Fondo de Infraestructura Municipal sea establecido por ley.

Actualmente el (FIM) se desprende del presupuesto y se financia con deuda que toma el Gobierno bonaerense.

Al frente de la movida se ubicó el diputado Walter Abarca (Frente para la Victoria – PJ) ex secretario privado de Néstor Kirchner.

Atrasos en obras

Dentro de la gobernación existe cierto malestar por el atraso en la ejecución y certificación de obras urbanas viales e hídricas como por ejemplo pavimentación de calles y cloacas del FIM. La PBA destinó 8.500 millones de pesos a los municipios para obras que son monitoreadas por el ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos.

En las diagonales aseguran que la administración Vidal tiene serias intenciones de pedir que se achiche el presupuesto de ambas cámaras legislativas para el año que viene. La sola versión no cayó bien en ámbitos parlamentarios.

“Ya que estamos que el “ajuste” del gasto público empiece por gobernación” arriesgó un portavoz del propio oficialismo con ganas de mostrar los dientes.