Fallo contra un joven que vendía drogas bajo arresto domiciliario
-
- copiado al portapapeles
-
- copiado al portapapeles
Federico Jonathan Longiarú, cuya detención en febrero pasado generó una fuerte polémica porque fue sorprendido cuando vendía drogas mientras se encontraba bajo arresto domiciliario, pese a tener un fuerte prontuario, seguirá entre rejas, ya que la Cámara Federal de Apelaciones confirmó su prisión preventiva.
La medida también alcanza a su exmujer, Carina Gómez, quien cuenta con antecedentes delictivos.
Los jueces Pablo Candisano Mera y José Mario Tripputi y el conjuez Facundo Cubas firmaron la resolución.
El hombre, de 30 años, y la mujer, de 39, habían sido arrestados el 12 de febrero, en el marco de una serie de allanamientos en los que se secuestraron drogas, dinero y elementos para corte y peso de narcóticos.
Longiarú gozaba de arresto domiciliario debido a las secuelas físicas que le provocaron dos heridas de bala en medio de un tiroteo con la policía, tras asaltar la distribuidora Peyssé. Se le iniciaron, además, al menos otras 10 causas en los últimos 13 años.
La Cámara encontró sobrados elementos de prueba para resolver en ambos casos.
De las transcripciones de las escuchas pudo establecer que Longiarú podría “guardarle o proveerle estupefacientes a Carina Gómez”.
“...vos no me rescatas una caja de esas? (…), si tenes una tableta, mándame una tableta ahora (…) La 'Rivo' rescatame”, dice en una comunicación la mujer, mientras que el hombre le responde: “ahí me fijo, arriba del ropero creo que hay (…) la 'Rivo' esta como 200, creo. La Tranquilax esta como ciento y algo”.
Además, en su casa de Humboldt 490 tenía varias plantas de marihuana y durante el allanamiento se secuestraron más de 300 gramos de cocaína, una balanza de precisión y varios teléfonos.
En otra conversación, Carina Gómez le decía a otra mujer que si lo llegaban a “enganchar” con las plantas, “va directo al penal”, en alusión a la pérdida del beneficio de la prisión domiciliaria.
De las escuchas también surge cómo Longiarú le conseguía pastillas para Hernán Gómez (hermano de Carina), quien las recibía por intermedio de otros familiares pese a que se encontraba detenido en la cárcel local.
“De los objetos habidos en el allanamiento se puede sostener que al interior del domicilio se acondicionaban los estupefacientes que se obtenían en forma compacta y luego se los preparaba en pequeñas dosis de consumo”, dijeron los camaristas.
En Villa Rosario
Para la justicia, Carina Gómez se dedicaba a vender drogas en su domicilio de Coronel Morel 436, en Villa Rosario.
Al confirmar la preventiva, se basó en algunos aspectos de la investigación, que duró casi 2 años (se inició el 29 de julio de 2015), como por ejemplo las tareas encubiertas.
Policías no identificados lograron entablar diálogos con ocasionales compradores y pudieron determinar que “la piedra sale 200” y que “tienen de las dos”, en referencia a la marihuana y la cocaína.
También existen escuchas de charlas entre Carina Gómez y su madre, siempre en alerta ante la posible presencia policial en la zona.
A su vez, determinaron la existencia de una disposición patrimonial injustificada (un Chevrolet Astra, un Peugeot 307, una moto Honda y más de 75 mil pesos en efectivo), pese a que no se le conocía trabajo y que solo cobraba la Asignación Universal por Hijo (casi 4.000 pesos).
Otra prueba determinante en su contra es el hallazgo, durante el procedimiento, de casi 600 gramos de cocaína en distintos envoltorios.