Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Del Potro se reencontró con su juego

En el Abierto de Estados Unidos, su torneo favorito, Juan Martín Del Potro se reencontró con su mejor tenis y con la motivación que necesitaba para afrontar el futuro más próximo con otras perspectivas.

Con su muy buena actuación en Flushing Meadows, escenario que lo vio ganador en 2009, superó todo lo hecho en esta temporada y por momentos alcanzó un nivel similar al del año anterior. Se lo notó decidido y volvió a vencer a dos top ten (Dominic Thiem y Roger Federer) para instalarse en las semifinales, donde perdió con el campeón Rafael Nadal.

Ese firme recorrido de casi dos semanas, con cinco triunfos y la suma de una importante cantidad de puntos, le permitió transformarse a partir de hoy en el número 24 del mundo. Trece meses atrás, cuando reapareció en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro después de una serie de molestas lesiones, no figuraba siquiera entre los 1.000 clasificados.

La ansiada obtención de la Copa Davis, en noviembre de 2016, lo relajó. Perdió incentivos, renunció a la convocatoria del capitán Daniel Orsanic para integrar el equipo argentino y cayó otra vez en la irregularidad. Esta temporada 2017, la semifinal de Delray Beach (EE.UU.) y el partido de cuartos de final del Masters 1000 de Roma habían sido sus resultados más trascendentes.

En el US Open, el sorteo lo favoreció. Su andar sólido y seguro en las primeras tres presentaciones ante Henri Laaksonen, Adrián Menéndez-Maceiras y Roberto Bautista Agut le dieron la confianza suficiente para recobrar su juego y sus golpes decisivos. Su potente derecha plana, por ejemplo, marcó diferencias. Y hasta el revés a dos manos, que procuraba evitar por sus cuatro operaciones en ambas muñecas, también salió disparado con bastante soltura.

Su servicio de saque –el tercero en efectividad del certamen detrás de Kevin Anderson y Sam Querrey– y el aspecto mental se convirtieron, además, en otros dos factores clave. Con esos argumentos, Delpo prevaleció en los pasajes críticos frente a Thiem (estaba dos sets abajo y con un fuerte estado gripal) y al mismísimo Federer.

Ahora, su porvenir dependerá exclusivamente de él. Por lo pronto, buscará de acá a fin de año defender los 340 puntos que logró con su título en Estocolmo y los cuartos de final en Basilea. Si consigue sacar un provecho, tal vez en 2018 arranque con un panorama diferente.

Sólo en el caso de conservar vivo su fuego tenístico y de aferrarse a sus condiciones, el tandilense podrá aspirar –si así lo desea– a mantener el protagonismo y acercarse a las primeras posiciones del ranking.