El futbolista que tiró un balde con caca en ABSA: "La cloaca me explota desde diciembre"

Redacción de La Nueva.

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   El jugador bahiense Pablo Berra, que ayer tiró un balde con materia fecal en las oficinas de ABSA, le contó a La Nueva. que hace 6 meses soporta desbordes cloacales en su casa y no obtiene respuestas de la prestataria.

  "Desde diciembre que me explota la cloaca adentro de mi casa porque tengo la cámara séptica adentro. Al principio no hice reclamo y llamé a un particular. En febrero me pasó otra vez, un día antes de mi casamiento, y llamé otra vez a un particular porque era sábado. Después hice los reclamos y ni noticias”, explicó.

   Esa escena se repitió varias veces en los últimos meses: "Han venido y han destapado, pero los mismos chicos de ABSA me dicen que en 20 días se me vuelve a tapar porque el problema está afuera, en el codo, que hay que romper la vereda, arreglar eso y hacer un desagüe para que el agua explote en la vereda cuando se tapa y no en mi casa".

   Berra dice que también reclamó en el Organismo de Control del Agua de Buenos Aires (OCABA), donde le hicieron esperar 48 horas para que el pedido llegara a La Plata, pero otra vez "nada".

   Y mientras tanto, todas las cosas que en condiciones normales las hace sin pensar, le llevan más tiempo o no puede hacerlas, porque si no su casa de Chacabuco al 1.400 se le "llena de mierda".

   Usa el lavarropas solo para lavar lo esencial y el resto lo lleva a un lavadero.

   Guarda los platos sucios y después los lava en lo de la madre.

   Le pone el tapón a la bañadera para bañarse y después tiene que desagotarla "de a poquito".

   Y tirar la cadena del baño siempre es un peligro.

   "Dicen que no es una forma de reclamo higiénica y que es insalubre. Ellos lo vivieron 20 minutos, yo hace 6 meses que estoy así. Tengo un nene de 5 años, decí que no se agarró ninguna enfermedad porque ahí sí que tendría que ir a prenderles fuego la oficina", concluyó Berra.

   Hasta ahora no tuvo respuestas. Hoy se cumplen las 48 horas desde su reclamo del lunes. Mañana, "si me dejan entrar", va a ir otra vez. Pero ya se ve esperando otras 48 horas más.