Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Walter Renero anunció su precipitado retiro: "No sé cómo vivir sin el midget"

Por problemas en su columna, el Negro se vio obligado a dejar la categoría. Así recordó su paso en la redacción de La Nueva.
Fotos: Pablo Presti-La Nueva y Archivo-La Nueva.

Por Gonzalo Martínez / gmartinez@lanueva.com

   Si sucede, conviene. La frase se puede aplicar a varias situaciones cotidianas. Incluso al precipitado retiro de uno de los pilotos que marcó a fuego la historia del Midget: Walter Renero.

   Una operación de hernia de disco en la base de la columna, el pasado 5 de mayo, comenzó con el inesperado final. Tras la intervención, el médico descubrió otros dos discos disecados, que ante un eventual golpe podrían llegar a estallar y complicar la salud del “Negro”.

   “No puedo seguir arriesgando. Es la columna, no una pierna. Me dolió, pero llegó el día de decir basta”, se sinceró el modesto corredor de 46 años sobre el sorpresivo desenlace.

   “Todo el mundo sabe lo que siento por el midget. No sé vivir sin esto, pero no había opción. Después del Estival arrancamos a juntar las cosas para armar un auto nuevo con el que iba a correr los últimos 2 años. Estaba hasta la fecha de despedida puesta, yo quería terminar corriendo. El 28 de marzo me bajé del colectivo porque no aguantaba más del dolor, y a partir de allí se frenó todo”, explicó el piloto que debutó el 12 de diciembre de 1988, en la apertura de la temporada 88/89 en la pista de Tiro.

   —¿Qué te dejaron estos casi 30 años de actividad y otros tantos acompañando a tu viejo?

   —Lo principal es que lo disfruté. Siempre digo que no tiene que ser una obligación ni una preocupación. Quien lo haga, lo tiene que disfrutar. Y por sobre toda las cosas, querer al Club. Tratar de dar una mano en lo que se pueda, ya sea a un debutante o a la comisión directiva.

   —¿Antes se vivía de otra manera?

   —Había otros códigos, otro compañerismo. También la plata empezó a jugar un papel preponderante. Yo no me puedo quejar porque me voy bien con todos. Más allá de que pelees adelante, en el medio o atrás, si lo hacés con buena fe te llevás lo mejor de cada rival.

   —¿Ganaste plata alguna vez?

   —(Se ríe) No, siempre perdí. Tuve un par de años donde conté con varias publicidades buenas y fueron los años donde mejor estuvimos. Lo que hacía falta, lo poníamos. Pero igual no alcanzaba. Mi señora siempre fue la que más lo sintió, pero la gasté con mucho gusto.

   Separar el apellido Renero del midget no será tan fácil. Pues, si bien ya recibió algún ofrecimiento para integrar la comisión del CMS, su hijo Alan debutará en el Invernal 2018 con la unidad que terminó el verano pasado.

   De todas formas, va a ser difícil asumir el retiro de Walter, ya que se convirtió en el único piloto que estuvo en todas las carreras estivales en Aldea Romana. De aquí en más, al midget le faltará un apellido cargado de historia. Pero, por sobre todas las cosas, una gran persona.

7 de enero de 2000, el día que abrió el fuego en Aldea

   Muy especial. Si bien Renero ostenta 11 triunfos en finales de Campeonatos Estivales, la primera de ellas la consiguió en un día muy importante para la institución: la inauguración del óvalo en Aldea Romana. 

   Cómo fue. “Fue una noche rara. Estuvimos hasta las 3 de la mañana del día anterior ayudando. Mirábamos la pista y pensábamos que no corríamos ni por casualidad. El día de la carrera, cuando llegamos, sentí un cosquilleo importante. En la serie y la semi, el auto voló; y cuando pude manotear la punta en la final, no la quise largar más. Quedar en la historia fue como la frutilla del postre”, sostuvo. A lo largo de su trayectoria, ganó 143 series, 52 semifinales, 18 prefinales y 32 repechajes.

   El apoyo. La bandera de “La banda de Walter Renero”, siempre lució firme en la recta opuesta.

   “Son amigos de la vida y algunos compañeros. Esa gente no solo estuvo, sino que ha colaborado en los asados. Recuerdo un año nuevo, que yo había roto el motor, dejaron de lado a la familia el 1 de enero para hacer unos pollos y recaudar. No puedo enumerar a todos los que me apoyaron, pero sí a uno que estuvo siempre, desde el primer campeonato: Luis Furía. Para él no es nada lo que hizo, pero para mí es un montón”, agradeció.

Su referente

   "Hay varios luchadores y buenos que marcaron la categoría, pero por ser completo como piloto y como persona, me quedo con Alberto Palma. Creo que es un tipo humilde, perseverante y laburador. Una vez gané una carrera con él y me dejó helado el profesionalismo que tuvo: vino al taller a preguntar cuántas gomas había que comprar porque quería ganar. Es un tipo que reúne todo", dijo.

   “Haber ganado con él fue tocar el cielo con las manos. Después la gente de Bajo Hondo nos hizo una cena muy emotiva, porque sus hijos nunca lo habían visto ganar”, recordó.

¿Por qué el violeta?

   "Ese auto se pintó en el taller de Matías Yunglubut. A partir de ahí, todos se empezaron a animar a pintarlo y hoy por hoy se usan todos los colores. De hecho hace un par de años, cuando tuve uno de todos colores, ni yo lo podía creer", bromeó.

Cámaras WR4

   Vaya si ha marcado tendencia el "Negro", que una firma de productos tecnológicos (Bright Touch Technology), desingó con sus iniciales "WR4" a uno de sus productos.

   "Fuimos dos los que tuvimos esa suerte. El 'Gato' (Gastón) Crusitta -piloto de Top Race Series- y yo", sostuvo. Aquellos que no creen, pueden buscarla por Mercado Libre.