Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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Estos sí que son buenos muchachos

Se los suele ver en algunas instancias extremas, de esas que erizan la piel.
Curtidos por tragedias ajenas, en las que sustraerse del dolor y la impotencia es una materia cruel. Máxime cuando la función de servir al prójimo surge de la vocación.
     También suelen ser protagonistas de la foto central de la tapa de este diario. Pero nunca de traje y corbata.
Se trata, al cabo, de personas comunes, simples, sin estridencias. 
Pero aún desde el silencio, conmueven.
Cuando llevan a un bebé sin vida en brazos. O asisten a una anciana moribunda, a un desposeído al borde del suicidio o, simplemente, a un animal en apuros.
Son ellos. Los integrantes del cuerpo de Defensa Civil, a quienes, por fortuna, se decidió valorar como corresponde. Más allá de las cuestiones del bolsillo.
* * *
Finalmente, el intendente Héctor Gay firmó el miércoles un decreto que declaró como órgano de emergencia a la Guardia Operativa de la Dirección de Defensa Civil.
Y un día después, el Concejo Deliberante aprobó por unanimidad el proyecto de ordenanza que promovía dicha iniciativa y que fuera presentado por los propios trabajadores del área.
La medida establece como función fundamental para esta fuerza la coordinación de recursos para la prevención, mitigación y acción anterior, durante y posterior de la emergencia.
Los integrantes de la Guardia Operativa plantearon que el pedido no tenía que ver con un beneficio económico, sino, más bien, con la posibilidad de obtener una cobertura frente a un eventual accidente mientras desempeñan su tarea.
Al cabo, luego de varias idas y vueltas, la Dirección de Defensa Civil se encargará de elaborar un protocolo de actuación para los casos de primera atención ante la emergencia. 
Los trabajadores sólo llevarán a cabo labores que estén comprendidas en acciones necesarias para coordinar emergencias. Sin omitir aquellas que se funden en la extrema necesidad de primera atención ante un evento de esa índole, de no existir otro recurso adecuado disponible.
En suma, quedaron bien claras las responsabilidades y atribuciones para un grupo de bahienses que vela por la seguridad e integridad de la ciudad. Y de nosotros, sus habitantes.
Apenas eso...
¡Nada menos que eso!