Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Midget: los apuntes de la séptima fecha del Estival 2017/18

Fernando Caputo no pasó la técnica y, en consecuencia, Esteban Mancini aseguró seis puntos para el inicio del Playoff. 

Fotos: Pablo Presti- La Nueva.

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com   

   El séptimo peldaño del Campeonato Estival de Midget 2017/18 dejó atrás la tendencia de nuevo ganar para cada fecha disputada. Así lo determinó la victoria de Esteban Mancini, también vencedor de la segunda final de la temporada, quien de esa manera aseguró seis puntos de cara al Playoff.

   Para conocer el resultado decisivo hubo que esperar más de lo deseado, ya que la verificación técnica reglamentaria post carrera determinó que la unidad N°3, conducida por Fernando Caputo (ganador en pista), no respetó la distancia entre butaca y diferencial.  

   “Fue un baldazo de agua fría. Son cosas que pasan, ¡qué se le va a hacer! Pusimos mal la butaca y está bien la sanción, el reglamento está para cumplirse. Pensamos que eso a nosotros no nos iba a pasar nunca, pero no lo revisamos y ahí está el resultado. La butaca se saca a cada rato, para revisar y cambiar reductora, o algo por el estilo; en un descuido la ubicamos en el lugar que no va”, expresó Caputo.

   Minutos más tarde, también se habló de una posible exclusión al propio Mancini y a Kevin Altamirano. ¿El Motivo? Una aparente irregularidad en la distancia entre el sensor y el eje delantero.

   “Midieron tomando como punto de referencia el centro de la masa delantera izquierda, con un fierro que movían para un lado y para el otro. De esa forma, ni mi auto ni el de Kevin daban la distancia reglamentaria. Por eso, con Daniel (Altamirano) les dijimos que se estaba midiendo mal. Luego vino el comisario deportivo, vio cómo se estaba midiendo y expresó que no se podía echar a ninguno de los dos”, expresó el Patito.

   Amén de esa situación y del rumor generalizado, el cual no desplazó a ninguno de los dos pilotos del podio (tercero terminó Mariano Pérez), hubo varias situaciones y circunstancias por destacar.

La amargura del Osito

   “Estamos pasando una racha muy negativa. El de adelante hizo un trompo, no lo alcancé a esquivar y se terminó rompiendo la rótula de la parrilla de suspensión derecha. Vinimos a correr sin dormir y nos vamos con las manos vacías, así es el Midget. Espero que tengamos revancha la próxima fecha”, contó Gabriel Schiebelbein, quien llegó a la ciudad el viernes a las 5 am, luego de buscar un impulsor de urgencia en Capital Federal (venía de romper dos en tres días).

   Otra fecha sin sumar para el Osito (está 56° en el campeonato con 17.75 puntos), quien debió desertar en la quinta serie por la rotura apuntalada.

Otra vez sopa…

   Venía de sacarse la espina del triunfo, de plasmar en pista toda la potencia de su máquina y de asegurar la candidatura evidenciada desde el principio. Pero, el pasado viernes, Claudio Roth volvió a ser víctima de los fierros ingratos cuando dominaba a voluntad en la décima serie.

   “Aparentemente fueron problemas en el distribuidor o algo por el estilo, por que veníamos bien y de golpe el motor hizo una explosión y se paró; lo que puede ser la bomba de nafta, el electro o algún  problema de corriente”, expresó el Ruso.

Sorpresivo cambio

   La asociación Altamirano-Purretta lleva más de 20 años en la categoría; comenzó con Daniel y, hace cuatro cinco temporadas, se prolongó hacia sus descendientes.

   Sin embargo, desde hace dos viernes, Roy decidió romper el vínculo con el motorista que lo llevó a ganar cuatro carreras y a disputar dos playoff, y apostar por Tito Etchegaray. 

   "Cambiamos de motorista por decisión propia, porque no me sentía a gusto con Purretta en este último tiempo. De más está decir que le estoy sumamente agradecido, porque todo lo que logré hasta ahora fue gracias a él; no tengo nada que reprocharle. Pero bueno, ahora con Tito creo que podemos hacer algo bueno”, expresó Roy.

La vuelta del Feka

   El fuerte vuelco sufrido en la final de la quinta fecha obligó a Federico Hidalgo a guardar reposo en su hogar, luego de un par de días de internación por precaución.

   Pero, Feka reapareció en la competición el viernes y sin desentonar en lo más mínimo; cuarto puesto en la séptima serie, victoria en la última semifinal y  octava colocación en la final.

   “Por suerte me siento muy bien. Tuve que ausentarme por reposo, por eso me quedé en casa con hielo en la pierna, acostado y tratando de recuperarme para hoy (por el viernes). Si bien en la placa no salió nada raro, en el vuelco me pegué feo en la rodilla. El auto va bien, capaz que un poco por el miedo o no, no me quise tirar por afuera en la serie”, sostuvo.

La ansiada primera vez

   Tras haber sido el mejor debutante del estival pasado, Axel Garabán decidió redoblar la apuesta y construir una nueva unidad para tratar de continuar en ascenso.

   Los primeros parciales del ciclo estuvieron lejos de lo esperado. Sin embargo, a pesar de un inicio inconsistente, el cabildense pudo concretar el pasado viernes su primera victoria en series.

   “Por fin se pudimos conseguir un resultado y volver a la primera fila, que era lo que estábamos buscando. La pista tenía mucho barro, los autos patinaban mucho y por eso no se dio el tiempo. Pero bueno apareció el hueco y pudimos ganar. Gracias a Luis Jorge la cosa empezó a cambiar, pero hay que seguir trabajando. Esto viene muy bien en lo anímico”, expresó Garabán, ganador de la primera serie.

Nunca faltan los vuelcos

   Gustavo Orozco, en la tercera semifinal, y Jonathan Resola, en la prefinal, fueron los pilotos que anduvieron dando vueltas por el aire en la séptima fecha.

   “No tengo idea que pasó. Pero siempre pasa lo mismo, nunca falta alguno que se trata de meter por donde no puede pasar; y lo malo es que siempre saca la peor parte de uno. Pero después, más allá de todo eso, todo bien”, contó Orozco luego de volcar tras engancharse con Gustavo Medina.

   Resola, en tanto, entró pasado a la curva de boxes y comenzó a dar tumbos luego de embestir a la máquina de Ignacio Fernández.

   Afortunadamente, en ambos casos, solo se trató de algunos fierros torcidos…

Costó caro…

   En la previa al desarrollo del estival, Nicolás Macazaga prometió a su equipo que si lograba clasificar a una prueba decisiva, caminaría desde el Héctor Evaristo Plano hasta su vivienda, ubicada en Villa Rosas (aproximadamente 11 kilómetros).

   Finalmente, a pesar de que se hizo desear, la primera final veraniega de Nico llegó. Pero, claro, luego hubo que pagar la apuesta…

   “Estoy muy cansado porque antes de empezar el campeonato prometí a mi grupo de mecánicos que si entraba a una final estival me volvía caminando desde la pista a villa rosas. Salimos ni bien terminó la final, tipo 1:25, y llegué a casa a las 3 am. Las promesas se cumplen, no queda otra”, expresó Pikachu.

   “Por fin cambié la racha. No se hizo nada en el auto, de hecho fuimos con el motor muleto porque en lo que iba del campeonato habíamos fundidos dos. Así que con el motor al que menos fe le teníamos nos dimos el lujo de correr la primera final”, redondeó.