Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Exportar, una de las claves que debe aprovechar Argentina para el crecimiento

La caída en los precios internacionales no hace más que intensificar el desafío que enfrenta nuestro país de cara a su sostenibilidad de mediano plazo.
Exportar, una de las claves que debe aprovechar Argentina para el crecimiento. Economía y finanzas. La Nueva. Bahía Blanca

Las exportaciones juegan un doble rol para nuestro país. Por un lado, son una fuente de demanda agregada, la cual estuvo débil en el primer cuatrimestre con el consumo privado que empieza a recuperar a partir de mayo de los golpes sufridos por los aumentos de tarifas y a la espera de la consolidación de las paritarias mientras que la inversión no parece repuntar a la luz de un preocupante bajo uso de la capacidad instalada en la industria.

Y, por otro lado, las exportaciones son una fuente de generación de divisas.

Entre 2015 y 2016 se experimentaron caídas en el ritmo del comercio mundial, por debajo del crecimiento económico mundial (aún débil).

Este fenómeno de desaceleración del comercio internacional encuentra entre sus principales causantes a los bajos niveles del crecimiento en inversión, el proteccionismo post crisis 2008 y la desaceleración en la reducción de los costos de transporte.

La recesión de nuestro principal socio (Brasil) se hará sentir principalmente en la industria nacional en sectores de vehículos terminados y plásticos.

La incapacidad de nuestro vecino de encarar un proceso de crecimiento preocupa porque el canal comercial es directo: por cada punto que cae la economía brasileña, nuestras exportaciones caen alrededor de 2,4% hacia dicho destino, y es el principal cliente con más del 20% de participación de la demanda de nuestros bienes.

La caída en los precios internacionales, no hace más que intensificar el desafío que enfrenta la Argentina de cara a su sostenibilidad de mediano plazo: incrementar los volúmenes de sus exportaciones agregando valor a las mismas.

En los últimos 5 años, los precios de los bienes exportados por Argentina cayeron un 20.6%, explicado principalmente por la caída de los precios de productos primarios que alcanzó una baja del 31.5% en el mismo período.

De esta manera, Argentina pasó de exportar bienes por 83 mil millones de dólares en 2011 a 57 mil millones en 2016, una caída de 30% de las cuales un 12,3% es explicado por la caída en el volumen exportado.

En el último año, se logra ver un proceso de re-primarización de las exportaciones argentinas de bienes, que alcanzaron una participación del 27% de este conjunto, la participación más alta de los últimos 20 años.

La quita de retenciones y el sinceramiento del tipo de cambio impulsó las cantidades exportadas de este tipo de productos a niveles que fueron un 15% más elevados que en pleno auge del precio de los commodities a nivel global, en 2007.

El otro factor que explica esta reprimarización de las exportaciones argentinas, es la caída de las exportaciones de las Manufacturas de Origen Industrial las cuales, medidas en cantidades, se encuentran en niveles mínimos respecto a los últimos 10 años.

La fuerte caída de las exportaciones industriales argentinas coincide con el freno de la economía brasileña en 2014, y su posterior caída de 3,8% en 2015 y 3,6% en 2016.

El 6,6% de las importaciones brasileñas las realiza a nuestro país, de los cuales más del 60% se corresponde con importaciones brasileñas de bienes industriales argentinos.

El tipo de cambio real bilateral con Brasil sufrió luego de la crisis política reciente y si la actividad del país vecino no empieza a reactivarse, difícilmente se puedan esperar buenas sorpresas por esa vía.

De ahí que Argentina empieza a mirar a México como un posible socio dentro de la nueva configuración del comercio mundial.

Paralelamente, el mercado asiático, abierto hoy a commodities, debiera comenzar a verse como un posible mercado para productos con valor agregado, que realmente estos países necesitan, principalmente lo referido a alimentos o biocombustibles.

En suma, seguir de cerca lo que sucede con nuestro comercio exterior, abrir nuestra economía para incrementar los volúmenes en este sentido y pensarnos a nosotros mismos como un país en condiciones de agregar valor a nuestros productos debería ser uno de los temas de la agenda política de 2017, pero claro, ofrecer el desafío de pensar eso no genera votos, el odio es mas negocio y de ese modo nuestro país sigue mirando su futuro como aquello que podría ser y nunca termina siendo.