Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Los cambios de estilo de vida que alivian el reflujo laringofaríngeo

Los medicamentos constituyen una alternativa para enfrentarlo, pero también existen otras vías. Nunca dejar de hacer la consulta.
Los cambios de estilo de vida que alivian el reflujo laringofaríngeo. Salud. La Nueva. Bahía Blanca

David Roldán

droldan@lanueva.com

El reflujo laringofaríngeo es un tipo de la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE).

El reflujo laringofaríngeo ocurre cuando el ácido estomacal y otros contenidos del estómago refluyen hacia el esófago, la parte posterior de la garganta y, en algunas personas, hasta las fosas nasales.

Toser y aclarar la garganta frecuentemente son lo síntomas comunes del reflujo laringofaríngeo y también es posible que quienes lo padecen sientan como que algo se les quedó pegado en la garganta.

Además, el problema puede provocar ronquera y otros problemas de la voz.

Los medicamentos suelen reducir en gran medida los síntomas del reflujo laringofaríngeo.

Un tipo de fármaco, llamado inhibidor de la bomba de protones, normalmente es el más eficaz y funciona porque reduce la cantidad de ácido que se produce en el estómago.

El omeprazol es un tipo de inhibidor de la bomba de protones.

De la misma manera, los antiácidos y los medicamentos llamados antagonistas de la histamina, que también disminuyen el ácido estomacal, sirven para tratar el reflujo laringofaríngeo.

Los medicamentos que aumentan la motilidad o las contracciones estomacales e intestinales, llamados a veces fármacos procinéticos, igualmente se recomiendan a las personas con reflujo laringofaríngeo.

Junto con la administración de los medicamentos, hay otras medidas que usted puede tomar para controlar el reflujo laringofaríngeo y una de las más importantes es ingerir una alimentación con bajo contenido de ácido.

Las investigaciones demuestran que, por lo general, este tipo de alimentación reduce los síntomas del reflujo laringofaríngeo.

Entre los ejemplos de alimentos con bajo contenido de ácido están los melones, los vegetales de hoja verde, el apio y los plátanos.

Los alimentos que la gente con reflujo laringofaríngeo debe evitar incluyen la comida picante, frita y grasosa, las frutas chicas, los tomates, el chocolate, lamenta, el queso y el ajo.

Los alimentos que contienen cafeína, las bebidas carbonatadas y el alcohol también pueden empeorar los síntomas.

A las personas que sufren de reflujo laringofaríngeo les ayuda ingerir la comida principal a mediodía o en la mañana, en lugar de por la noche.

También evitar toda comida tres horas antes de acostarse.

Además, no hay que apresurarse en comer, sino que hay que hacerlo de manera lenta y sin distracciones.

Otros cambios en el estilo de vida que pueden hacer una diferencia en quienes tienen reflujo laringofaríngeo incluyen no fumar, mantener un peso sano y reducir o controlar el estrés de varias maneras.

Algunas terapias complementarias también pueden resultar provechosas para controlar el reflujo laringofaríngeo.

Por ejemplo, algunos estudios plantean que la acupuntura, terapia que implica introducir agujas finas en puntos estratégicos de la piel, logra reducir los síntomas.

Tomar suplementos alimentarios probióticos que contienen bacterias buenas, similares a las existentes en el cuerpo, también puede aliviar un poco los síntomas.

Sin embargo, hay que tener muy en cuenta que estas bacterias no serán para todos por igual.

Fuente: Mayo Clinic.La enfermedad por reflujo gastroesofágico, incluido el reflujo laringofaríngeo, es uno de los trastornos más comunes en gastroenterología.

La teoría del témpano, indica que al igual que sucede con un iceberg, sólo un octavo de la masa de hielo o, en este caso, de personas con reflujo, asoma en la superficie y son aquellos que consultan a su médico.

Esto significa que casi el 90 por ciento se automedica, o sigue el consejo de amigos, vecinos o familiares que presentan síntomas similares.

Así, la venta sin receta de antiácidos y medicamentos que inhiben la secreción del ácido, ha ido aumentando exponencialmente, pudiendo originar trastornos agregados.

Si excluimos al reflujo provocado por hernias de hiato complicadas o las inflamaciones severas del esófago, el tratamiento definitivo debe pasar, en principio, por la modificación de los malos hábitos alimenticios, tanto en cantidad como en calidad; como en la adquisición de conductas que nos permitan un mejor vivir.

Estas recomendaciones, lejos de aburrirnos por su repetición, deberían comprometernos.

(*) Consultor en Gastroenterología - Colegio de Médicos, Distrito X.