Lewis Hamilton, ¿el nacimiento de una leyenda?
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Por Tomás Arribas/ tarribas@lanueva.com
Amor u odio, así de simple. Personalidades como las de Lewis Hamilton no tienen término medio, ni en la faz deportiva ni en la vida privada. Así se mostró el británico desde su debut en Fórmula 1, allá por marzo de 2007 en el Gran Premio de Australia, a bordo del potente McLaren-Mercedes MP4/22.
Caiga bien o no, hay algo irrefutable: su capacidad y velocidad al volante, algo contrastado en su primer contacto con un monoplaza. Así fue como la confianza depositada por el legendario Ron Dennis, por entonces cabeza de la escuadra inglesa, fue devuelta instantáneamente.
Aquel controversial año, plagado de hechos desafortunados, no le impidió al británico transformarse en un temible y virtuoso volante. Algo que ratificó al año siguiente, con la obtención del título (igualó a Jacques Villeneuve como subcampeón y campeón en sus dos primeras temporadas).
Luego de recorrer un puñado de años sin pena ni gloria en McLaren, combinando victorias y poca fiabilidad, llegó el gran desafío: ¡Mercedes!.
El éxito, favorecido por el último gran cambio reglamentario (la vuelta de los motores turbo aspirados), no tardó en llegar. Las flechas plateadas dominaron ampliamente, reduciendo la puja puntera en el propio Lewis y Nico Rosberg.
El hijo de Keke pudo batir recién a su compañero y amigo el año pasado, aunque no en igualdad de condiciones. Los abandonos, inconvenientes mecánicos e infortunios, fueron una constante en el inglés.
Este año la historia se repitió. La llegada del finlandés Bottas a Mercedes se creía propicia para mantener la emotividad en la Fórmula 1, pero las dos victorias del ex Williams fueron solo un espejismo.
No obstante, los cuatro éxitos y la intachable constancia de Sebastian Vettel en el arranque alteró la ecuación. Pero todo se derrumbó a partir de Bélgica, cuando la conjunción Mercedes/Hamilton le asestó un golpe de KO a Ferrari y Vettel, del cual no hubo vuelta atrás.
Cinco victorias en siete carreras, tres más en la primera fracción del año para un total de nueve, y el tetracampeonato asegurado en México, a falta de dos capítulos. Como si hubiese estado programado...
Arrogante y soberbio, pero asombrosamente rápido. Hay quienes se resisten a reconocerlo sosteniendo: “siempre manejó autos veloces”. Pero aún así se cansó de batir a sus compañeros de equipos. Incluso en aquel 2007, siendo novato y compartiendo garage con un campeón como Fernando Alonso.
Inevitable el surgimiento de comparaciones. ¿Estamos ante uno de los mejores de la historia? La respuesta es relativa a cada fanático. Pero de algo sí estamos seguros: cada camino es único e irrepetible...
El heroísmo del grandísimo Juan Manuel Fangio en la primera década de la Fórmula 1, la espectacularidad de Ayrton Senna o la imbatibilidad de Michael Schumacher. Ningún caso tiene similitud alguna.
Con 32 años, 62 victorias, 72 Pole Positions y 4 títulos (igualó a Prost y Vettel), Lewis Hamilton va decidido a iniciar una nueva era en la máxima. ¿Estaremos ante el nacimiento de una leyenda?