Museo Amado Bonpland: para potenciar la naturaleza de Corrientes
-
- copiado al portapapeles
-
- copiado al portapapeles
El museo provincial de Ciencias Naturales "Dr. Amado Bonpland" que inauguró su nuevo edificio en la costanera de la ciudad de Corrientes "busca potenciar aspectos culturales y naturales de la provincia con el gran producto, que son los esteros del Iberá".
Así lo afirmó el presidente del Instituto de Cultura, Gabriel Romero.
Se trata de una obra emplazada "en un lugar protagónico de la ciudad" donde el gobierno correntino invirtió 12 millones de pesos, dijo el funcionario y arquitecto sobre el museo que se levanta a la vera del río Paraná.
El Museo Bonpland fue creado en 1855 y su nombre se debe al destacado naturalista, médico y botánico francés Aimé Jacques Goujaud Bonpland, reconocido mundialmente por sus investigaciones, que vivió en Corrientes.
El funcionario Gabriel Romero destacó que la iniciativa se enmarca en la política del gobernador Ricardo Colombi "de rescate de la cultura y naturaleza, con conservación y reintroducción de especies".
"Con el Museo Amado Bonpland y el centro de interpretación Iberá Casa Ferro que se inauguró, tanto los correntinos como los turistas disponen de un circuito con un gran valor recreativo, educativo y científico" que recibe un promedio de dos visitas diarias, agregó.
El funcionario contó que se buscó "mejorar las condiciones del museo de Ciencias Naturales Amado Bonpland que desde su creación estuvo en el sótano de la Escuela Centenario.
Si bien era uno de los museos más visitados, había que mejorar las condiciones, porque quedó chico y no tenía una distribución muy atractiva, sostuvo.
"Trabajamos en un proyecto abierto, que vincule lo recreativo, por un lado, con esto qué es educativo y científico", dijo Romero, tras destacar la importancia del convenio firmado con el Museo de Ciencias Naturales de Buenos Aires "Bernardino Rivadavia" que tuvo activa participación en el montaje.
Especies
En el moderno salón de exposiciones del museo provincial hay una gran cantidad de especies embalsamadas como yacarés, carpinchos, ciervos, ñandúes, víboras y una amplia variedad de aves.
Además, una colorida colección de mariposas, junto al escritorio de Bonpland, entre otros elementos de gran valor histórico.