El abuelo Manu

Redacción de La Nueva.

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Los que corren en el patio no son ni Dante, ni Nicola, ni Luca. Son los nietos de Manu.

—Y... ahora los cuidamos nosotros... —dice el mejor de todos los tiempos.

—Quería hablar con vos, ya pasaron 30 años de aquel día en el que te llevaste la pelota en Río...

—Ufff. ¿30 años? La p...

—¿Y?

—Tenía 39... Ya no era un pibe. Jajajaja.

—¿Nostalgia?

—¿Sabés que esa noche me dormí pensando en eso?

—¿En qué?

—¿En cómo iba a estar 30 años después?

—¿Y?

—Bien. Es un recuerdo. Un momento de mi vida. Un gran momento, pero nada más.

—A ver si te entiendo: fue más importante para todos los demás.

—Y... quizás.

—Siempre seguiste, siempre nuevas metas...

—Es que dormirme en los laureles no es mi estilo.

—¿Te gusta el básquet de hoy?

—Sí, claro. Estos son mejores que nosotros.

—¿Te parece?

—Sin dudas. Saltan más, tiran mejor, corren como caballos...

—Pero ustedes...

—Nosotros ganamos un oro olímpico y mucha gente descubrió que había un deporte llamado básquetbol. No es menor, pero nada más.

—Te empeñás en mirar para adelante cerca de los 70.

—Sólo así se avanza. Sólo así se puede ser mejor.