Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Pasado, presente y futuro de los mejores alumnos de la UNS

Siete jóvenes estudiantes egresaron en 2015 de la Universidad Nacional del Sur logrando promedios sobresalientes. De ellos, cinco son oriundos de Bahía Blanca, uno de Chasicó y la restante de Abramo (La Pampa).
Pasado, presente y futuro de los mejores alumnos de la UNS. La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca

Federico Moreno / fmoreno@lanueva.com

De los 755 diplomas que entregó la Universidad Nacional del Sur en 2015, los de estos 7 egresados fueron los más sobresalientes. Cinco son de Bahía, uno de Chasicó y una de Abramo (La Pampa), y fueron los mejores promedios de cada colación del año. “La Nueva.” quiso saber qué tienen en común estos nuevos profesionales –además del compromiso con el estudio--, cuáles son los objetivos de un joven recién recibido y qué ofertas laborales reciben.

Guido Franceschina

Tiene 24 años y se recibió de licenciado en Ciencias Geológicas con promedio de 9.21. Pese a eso, hace un año que busca y no consigue un trabajo en lo suyo. Desde chico le interesaba coleccionar minerales, cursó la escuela secundaria en la Media N° 2, geología le demandó los 5 años que prevé el plan de estudios y hace un año –desde que se recibió— trabaja de cajero en la Cooperativa Obrera. “El problema de no conseguir trabajo va más allá de la carrera que haya estudiado, es un problema económico y político”, asegura Guido.

El año que viene comenzará una beca en el Conicet financiada por el Centro de Investigaciones Científicas.

Santiago Maneiro

Tiene 27 años, es de Chasicó y se recibió de licenciado en Filosofía con promedio de 9.35. Cursó la escuela primaria en la N°24 y la secundaria en la Media N° 1, ambas de aquella localidad. Todavía no sabe bien qué lo llevó a estudiar esa carrera, pero reconoce que un libro de Nietzsche que la vida la puso delante pudo haberle influenciado. “De lo que sí estoy seguro es de que no me arrepiento. Eso sí, nunca me hubiera imaginado en docencia”, dice Santiago, que actualmente viaja todas las semanas a Chasicó para dar clases en una escuela secundaria.

“Me gustaría hacer una maestría o un doctorado en Filosofía”, agrega.

Matías Márquez

Tiene 27 años y se recibió de profesor en Letras con un promedio de 9.50. Cursó todos sus estudios en el Colegio San Cayetano y fue allí que los “grandes profesores de Literatura” incrementaron su afición por los libros, lo que lo motivó a elegir la carrera universitaria. Cuenta que le gustaría hacer a distancia una maestría de enseñanza de la Lengua y la Literatura, pero que por el momento toma cursos y seminarios en la UNS. Solo trabajó durante el último año de la carrera, dando clases en una escuela secundaria como parte del plan de estudios. “La UNS tiene que mejorar la práctica en formación docente, recién practicamos en el último año, debería ser desde antes para tener más contacto con las escuelas”, dice Márquez, quien sin embargo destaca la apertura mental que brinda la carrera: “La universidad me dio herramientas para conocer diferentes movimientos literarios, me enseñaron a pensar la educación”, sostiene.

Luciano Sabattini

Tiene 28 años y se recibió de licenciado en Filosofía con promedio de 9.60. Hizo la primaria en la escuela N° 18, finalizó EGB en el Ciclo Básico y luego el polimodal en la Escuela de Comercio. Si bien el plan de la carrera es de 5 años, el promedio de finalización es superior, tal el caso de Luciano que la hizo en 9, frenado en parte porque trabajó en simultáneo.

“Entre 2007 y 2014 fui ayudante alumno de Lengua y Cultura Griega I, desde que me recibí soy ayudante recibido A”, cuenta.

Eligió la Escuela de Comercio para neutralizar su debilidad con los números, porque en el fondo ya sabía lo que haría en la universidad.

Piensa seguir estudiando, consiguió una beca del Conicet y enfocará su tesis en la cultura y la tragedia griega, en especial la tragedia de Sófocles.

Tifany Rosas

Tiene 24 años, es de Abramo (La Pampa) y se recibió de ingeniera en Sistemas de Computación con promedio de 9.66. Hizo la primaria en la escuela N° 86 de aquella localidad y la secundaria en el Instituto Mariano Moreno de Bernasconi, viajando 40 km todos los días. Cuenta que siempre le gustó mucho la matemática y la resolución de problemas, por lo que sabía que estudiaría una ingeniería. Hizo la carrera al día, aun trabajando en el 4° y 5° año.

“No tiré currículum en ningún lado, hice un bootcamp en Globant, donde estudian tu perfil. Me ofrecieron trabajo pero decidí quedarme, si fuera una oferta buena estaría dispuesta a irme de Bahía”, añade.

Yamila Dobal

Tiene 36 años y se recibió de profesora de Educación Primaria con promedio de 9.80. Hizo la primaria en el Colegio Claret, la secundaria en la Escuela Normal y antes de hacer el profesorado estuvo a punto de recibirse de licenciada en Ciencias Biológicas.

“Me faltaban dos finales, pero enfermó mi mamá y tuve que hacerme cargo de su taller de dibujo y pintura. Fue ahí que, a cargo de muchos chicos, descubrí mi interés por la docencia”. Durante la carrera, además de dictar el mencionado taller, daba clases de básquet a un equipo femenino. No piensa seguir con carreras de largas duración, pero sí capacitándose en docencia y, por qué no, rendir los dos finales que le faltan de Biología.

“Durante la carrera me decían que para conseguir trabajo en colegios privados importaba el promedio, pero luego vi que se entra por contacto”, explicó Yamila.

Elizabeth Nielsen

Tiene 25 años y se recibió de bioquímica con un promedio de 9.91. Hizo la primaria en la Escuela N° 68 y la secundaria en los colegios San Francisco de Asís y La Asunción. Desde temprana edad le interesó lo molecular y cuenta que desde que empezó la carrera supo que lo suyo sería la investigación. Actualmente está becada cursando el doctorado en el laboratorio Inibibb, que pertenece al Conicet. Su idea es, cuando lo termine en 5 años, seguir en investigación y docencia.

Actualmente, y al igual que durante parte de la carrera, trabaja como ayudante de cátedra.