Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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El acueducto desde el río Colorado, una alternativa más

Nace en la zona cordillerana. Tras atravesar todo el ancho del territorio patagónico llega al mar. Antes dará agua a Bahía Blanca, Punta Alta y Villarino.

Por David Roldán

La idea de abastecer a Bahía Blanca con agua del río Colorado obviamente que no es nueva.

Se habló de ella en distintas oportunidades y en no pocas ocasiones fue motivo de análisis por aquellos que pensaron en un crecimiento de nuestra ciudad como el que se ha dado y el que aún habrá de darse en los tiempos que se vienen.

Claro que casi siempre quedó en un análisis primario, sin que se dieran pasos concretos en procura de su realización.

Uno sospechaba que sería necesario un disparador para que esto, que parecía una utopía, en algún momento tuviera su punto de partida.

Y se coincidía en que ese disparador podría ser una crisis hídrica como la que se produjo no hace mucho en la cuenca que abastece, en gran medida, a nuestra ciudad y la vecina Punta Alta.

Más allá, obvio, que la lógica expresase que no se podía depender, con exclusividad, de una sola fuente.

Nadie puede desconocer, a esta altura de las circunstancias, que el clima ha comenzado a dar muestras de cambios con consecuencias inciertas

Cambios que, curiosamente, no llegan con ciclos ricos en materia de precipitaciones.

Sea por cuestiones del tan comentado "calentamiento global" o no, lo cierto es que las expresiones han sido muy fuertes como para llegar a la conclusión de que no se puede depender de un solo "proveedor".

Ya en el mismo momento en que se dejó inaugurado el dique Paso de las Piedras, se anticipaba que serviría para cumplir una función adecuada hasta comienzos de este siglo.

Sencillamente, porque, en aquel entonces se avizoraba un crecimiento como el que se dio, no sólo en materia poblacional sino industrial.

¿Qué alternativas podrían existir?

La rica cuenca subterránea sobre la que está asentada la ciudad, por ejemplo.

Pero necesitaría de nuevos e intensos estudios para ratificar sus posibilidades y luego iniciar su explotación.

Entonces llegó el momento de pensar en un acueducto desde el río más cercano que tenemos: el Colorado.

Que no sólo permitiría agregar volúmenes, sino que adosará la particularidad de pertenecer a una cuenca diferente de la serrana.

Tendría que haber muchísima coincidencia para que no nevase lo suficiente en la zona cordillerana y aquí no lloviese.

Afortunadamente, quienes discutieron tanto esta posibilidad, han admitido que el río Colorado no significa reemplazar Paso de las Piedras.

Es agregar, claramente, una alternativa, como también lo podrían significar Puente Canesa, sobre el arroyo Napostá (tantas veces comentado) o, por qué no, el endicamiento del arroyo Sauce Chico.

Quien esto escribe participó de reuniones con funcionarios del ministerio de Infraestructura, cuando estaba a cargo de Alvarez Rodríguez. Ocasión en la que se aseguró que el río Colorado constituía una excelente oportunidad, como una posibilidad de mínima, en tanto el río Negro podría ser una de máxima (median unos 270 kilómetros a Bahía), con abundante y mejor calidad de agua.

Las dudas planteadas por quienes se oponen al acueducto desde el río Colorado pueden responderse, afirmando que, por más que curso de agua ha venido soportando una dura crisis hídrica desde 2010, nunca faltarán 2 metros cúbicos para Bahía.

Es cierto que el agua es diferente a la que recibimos desde Paso de las Piedras. Pues bien, se puede tratar e, inclusive, pueden destinarse a uso industrial, quedando la del Sauce Grande para consumo humano.

Tal vez medien algunos interrogantes más. Las respuestas las podrían dar los pampeanos, que ya poseen un acueducto a Santa Rosa y comprueban cómo el agua del río Colorado ha servido para paliar una carencia de años que parecía no tener una salida.