Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

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Don Juan Carnicería llegó para quedarse y proyecta crecer más

Juan Pando y su mujer Karen Sabas, dueños del comercio, brindan al cliente un servicio basado en “precio, atención y calidad”. El matrimonio planea abrir otras sucursales en la ciudad y otras provincias.
Los Pando tienen pensado un ambicioso proyecto de expansión para su emprendimiento.

Don Juan Carnicería abrió sus puertas al público hace menos de dos meses y sus propietarios, entusiasmados por el éxito en las ventas, proyectan la apertura de más sucursales en esta ciudad y en otras provincias y la inauguración de un frigorífico en General Daniel Cerri.

“Es un proyecto muy grande que tenemos con mi mujer, que abarca muchas cosas. Esta es la primera carnicería que abrimos en Bahía Blanca y vamos a poner una en Punta Alta, más adelante otra en Neuquén y posiblemente una en Puerto Madryn. En dos años planeamos inaugurar un frigorífico amplio y lindo en Cerri”, resaltó Juan Pando, dueño de la carnicería junto con su mujer Karen Sabas.

“En Bahía ya casi no hay frigoríficos, por eso hace falta uno. La carne vacuna y porcina la traemos de Gonzales Chaves y La Pampa y el cerdo lo traemos directo de La Matanza. Lo mismo pasa con los embutidos, pero también elaboramos. Lo único que compramos en la ciudad es el pollo”, aclaró.

Según afirmó Pando, el índice de ventas actual en la carnicería es “muy satisfactorio” y superó cualquier expectativa que pudieran tener inicialmente.

“Al cliente le prestamos un servicio bueno basado en precio, atención y calidad. Además hacemos envíos a domicilio con una camioneta totalmente equipada que sale para repartir carne desde las 9 hasta las 14. Incluso, se puede pagar el producto en la casa con tarjeta de crédito o débito”, enfatizó.

Según dijo, el corte de carne que más se vende en el mostrador es la pulpa para hacer milanesas. “En la calle también se está vendiendo mucha pulpa y milanesas rebozadas, porque tenemos un precio que no lo tiene nadie. Es una milanesa que se hace con huevo, ajo y perejil delante de la gente y no tiene nada raro; es hecha en casa”, remarcó.

“En el reparto de la calle lo que más se vende es asado, vacío y matambre porque hay muchas rotiserías, así que esos cortes no nos alcanzan”, completó.

Un sistema pensado exclusivamente en beneficio del cliente

“Apuntamos a algo más rústico, más elaborado y más pensado para el cliente. Vendemos carne, fiambre y tenemos una amplia vinoteca. Es todo un complemento porque si vas a comer un asado, antes está la picadita y el aperitivo. La leña también te la doy yo, entonces todo lo que se necesite para un asado se puede comprar acá”, expresó el propietario de la carnicería.

El matrimonio adquirió un campo donde en pocos meses comenzará a criar su propia hacienda.

“Así que en un tiempo todo el ciclo productivo estará únicamente a cargo nuestro; es decir, desde que nace el animal hasta que llega a la mesa para su consumo”, señaló el comerciante.

“Tenemos un estricto control de calidad. Acá no se baja del camión nada que no esté en perfectas condiciones; somos muy exigentes con eso. Mi mujer o yo chequeamos si es la mercadería con la que trabajamos; de lo contrario, se devuelve porque lo nuestro es la calidad”, finalizó Pando.