Una nueva decisión

Redacción de La Nueva.

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   La primera pregunta que surge naturalmente es qué hay de nuevo en La Nueva.

   Por supuesto, la respuesta inmediata es que hay muchísimas novedades útiles, agradables, divertidas, esclarecedoras, etc.

   La mayoría de ellas pueden ser descubiertas con solo recorrer las páginas del impreso, mirar el sitio lanueva.com o bajándose las aplicaciones para teléfonos inteligentes o tabletas del Apple Store o del espacio de Google Play (es muy fácil y muy rápido).

   Todas estas opciones son el resultado de un largo trabajo de más de un año que involucró al conjunto del diario y que nos pone en el mismo nivel, en la misma línea de partida, en la que hoy se encuentran los principales medios del país y el mundo para emprender la llamada “Era de Oro de la Información”.

   Pero, en verdad, hay una pregunta anterior a qué hay de nuevo en La Nueva. Preguntarse “Qué es La Nueva.”. ¿Es un resideño, un cambio de formato, una sumatoria de plataforma digitales, una adaptación a los nuevos tiempos?

   Es eso y otras cosas. Pero antes que nada La Nueva. es una decisión. La decisión de volver, como hace más de cien años, a poner la confianza, la tenacidad y los recursos acá, en nuestra ciudad, en nuestra zona, al servicio de nuestros vecinos, con el asesoramiento de los expertos más reconocidos del mundo y nuestro conocimiento centenario del medio.

   En La Nueva. hay, por supuesto, nuevas tecnologías, tecnologías de punta, y nuevos formatos, formatos que vivirán en continuo desarrollo, pero eso no es lo esencial.

   Lo esencial es la nueva apuesta al futuro común y que se resume en que nosotros, los periodistas, podamos ofrecer la información que ustedes necesitan, cuando la necesitan y dónde la necesitan.

   Resulta, por supuesto, un desafío de adaptación tanto en nuestro trabajo cotidiano, como en la visión que tenemos de nosotros mismos. La mayoría crecimos en el papel y habitamos las nuevas tecnologías, algunos con más comodidad, otros con menos, pero todos como huéspedes. Sin embargo, nuestros lectores, los actuales y los potenciales, viven en distintos espacios, la mayoría en espacios del mundo digital, de manera tal que hacia allí tenemos que mudar parte de nuestra atención, una buena parte de nuestra atención. Seremos, pues, habitantes de varios hogares.