Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Claudio Roth y el triunfo de la pasión

El Ruso no bajó los brazos cuando, tras el accidente sufrido el 24 de febrero de 2012, los médicos le recomendaron que no se suba más a un Midget. Tres años después coronó con un título su mejor temporada en la categoría.
Se bancó el René, la rana le trajo suerte a Claudio René Roth. Anteanoche, no le importaba nada. La felicidad era extrema.

Por Javier Quintero / fquintero@lanueva.com

“Uno puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de Dios... pero hay una cosa que no puede cambiar, no puede cambiar de pasión"

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Claudio Roth ganó nueve series, diez semifinales y cuatro finales a lo largo de 18 fechas del Estival 2014-15.

Fue el mejor en la fase regular, no se bajó nunca de la cima en el playoff y llegó a la última fecha con 24,50 puntos de ventaja respecto de Esteban Mancini, gracias a su envidiable promedio de 19,35 unidades por jornada.

Una victoria en la 6ª batería le alcanzó anteanoche para coronar el que sin dudas fue su mejor año en la categoría.

Pero el segundo título del nacido en Villa Regina (se había coronado en la 2005/06) comenzó a gestarse mucho antes que el 14 de noviembre de 2014, cuando se puso en marcha la edición Nº 60 de los torneos veraniegos.

Esta historia que escribió un final feliz a las 21.10 del último viernes, se inició poco después del 24 de febrero de 2012. Aquella noche, en la 1ª semifinal, el Ruso sufrió un violento vuelco que le provocó una doble fractura en la primera vértebra cervical.

Por eso, la de Roth fue la victoria de la pasión por sobre la razón. Es que mientras los médicos y su familia le recomendaban que no suba más a un Midget, él eligió dejarse llevar por su corazón.

"Para vivir esto tuve que ganar varias batallas. Pasé seis meses de reposo absoluto, con un cuello ortopédico y superé varias sesiones de kinesiología. Tuve mucha gente en contra y hubo que lucharla para conseguir el alta médica", recordó Roth.

El dueño del auto verde ganó todas esas contiendas. Convenció a los médicos, a su familia y regresó a la Aldea Romana en el Invernal 2013.

En su primer torneo pintó el Nº 7 y lejos de conformarse, redobló la apuesta. Optó por Luciano Boccacci para la atención del motor y se llevó el chasis a su taller, más allá de contar con el asesoramiento de los hermanos Saldamando.

El triunfo en la primera fecha fue apenas el anticipo de lo que llegó en el cierre, donde consiguió ocho podios en las últimas once fechas.

Anteanoche cumplió con un trámite de sumar 2,50 puntos. Luego llegó el desahogo, las lágrimas y el festejo junto a su grupo de trabajo.

"Es para mi novia Yanel y mis hijas. Ellas son las que me bancan en todo esto", cerró.

Roth no puede explicar con palabras lo que le genera el Midget. Pero después de todo lo vivido, esta claro que es un sentimiento que logra superar cualquier barrera.