11 anécdotas de hoteles alojamiento en Bahía
Por Maximiliano Palou / mpalou@lanueva.com y
Abel Escudero Zadrayec / abel@lanueva.com
Hay algunos mitos, demasiadas leyendas urbanas y UN MONTÓN de buenísimas historias reales que pasaron en hoteles alojamiento de Bahía.
Acá les presentamos apenas una selección sobre las decenas que nos contaron (tranquilos: en absoluta reserva) 2 conserjes, una mucama y un gerente de esos famosos reductos donde reina el sexo y campea la trampa.
PERRO
(Imagen: Fox)
-Si son 2 y se trata de seres humanos, todo bien -le había ordenado el gerente.
Entonces el conserje dejó pasar sin objeciones a la primera pareja de chicas que vio en 3 años de trabajo. (De chicos ya había visto varias.)
El problemita fue cuando le empezó a sonar el teléfono con quejas de habitaciones contiguas. Los clientes referían estar hartos “de esos ladridos”.
Le pareció un cacho machista semejante tipificación, aunque hizo lo que debía hacer: llamar a las chicas.
-Perdón, pero la gente se me está quejando por los gritos. Por favor, bajen un poco el vol...
-¡Guau, guau!
El conserje no tuvo dudas: en esa habitación había un perro DE VERDAD.
-¿Ustedes entraron con un perro?
-No.
-¡GUAU!
-Salgan inmediatamente de la habitación.
Y las chicas se fueron. Con un regio ovejero alemán.
"Lo que nunca supe -dice el conserje- es si el perro sólo estaba ahí para mirar..."
DUDAS
(Fotos: clker.com y Arturo Peruzzotti)
De vez en cuando entran en los telos locales personas vestidas como curas o monjas.
-Quiero creer que es joda -dice un conserje-; gente que viene de una fiesta de disfraces... por el amor de Dios...
-Yo los saludo como si fueran posta -cuenta el otro-: “¿Qué tal, padre?”, “¿Cómo le va, hermana?”. Normalmente se ríen. Pero una vez uno me dio la bendición y me quedé helado.
VERDADERO
-Es real la del famoso bahiense que estaba por casarse y su jermu salía del telo -tira el gerente-. Es amigote mío, pobre... Fue horrible... Obviamente, canceló la boda. Igual después se casó con una mejor.
CHOQUE
En el estacionamiento del telo un tipo apenas tocó otro auto y se dio cuenta de que el dueño era un amigo. Entonces más tarde lo llamó:
-¿Qué hacés, genio?
-Todo bien, ¿vos?
-Bien, che. Te llamo para pedirte disculpas.
-¿Por?
-¿Qué, no te diste cuenta?
-¿De qué?
-Te rocé el auto esta mañana...
-Uhhh, justo hoy se lo presté a mi señora. ¿Se le rompió algo...?
-Esteeeeee... Nah... Qué sé yo... Una pavadita... Y ahora que lo pienso, ni siquiera estoy seguro de que era tu auto. Olvidate.
APODO
(Archivo-La Nueva.)
-Conserjería, buenas noches.
-Flaco, mandame un toallón más, una cofia más, un cepillo de dientes más...
-Pará, pará, ¿no serán 3 en la habitación?
-Noooo... Somos 4. Pero a Pedro le dicen “matambre”: tenés que atarlo para meterlo al agua...
COMPLICIDAD
(Revista "Parabrisas" - 1986)
Permanentemente llaman al hotel mujeres que creen que les están jugando sucio...
-¿Está mi marido? Me dijeron que sí está. Decime, por favor. Tiene un Corsa azul, patente ZZZ111.
Y siempre, claro, la misma respuesta:
-No, señora. Acá no hay ningún auto así.
Pero una vez pasó que...
-Hola, ¿está mi marido? Anda en un Renault 11 rojo, patente XXX222.
-No, señora. Acá no hay ningún auto así.
El conserje cortó y vio que había un cliente esperando... en un Renault 11 rojo... patente XXX222.
-Cuidate, tu señora sabe: recién llamó acá -le dijo el conserje.
“Me enseñaron a cuidar al cliente”, explica hoy.
PREMIO
(Imagen: Fox)
Entre los empleados suelen bromear cuando llega un cliente de muy avanzada edad.
-Esta noche la queda -dicen. Y así.
“A los abuelos los ponemos en habitaciones que sean más cómodas por si debe entrar una camilla...”, cuenta uno.
Hubo un viejito que les ganó el corazón: tenía ya más de 80 y un ACV encima, pero con bastante regularidad llegaba al telo acompañado por una mujer distinta y en taxi.
-Que se muera acá: se lo merece -repetían los empleados.
Pero el abuelo hace rato que no aparece.
ALCOHOL
El borrachín se quiso hacer el canchero: le tiró la tarjeta de crédito al conserje y pasó.
Al irse, dijo:
-Flaco, no traje plata... Así que no te voy a pagar.
-No te hagas problema: ya te pasé 580 pesos. Gracias. Volvé pronto.
ENFERMO
-Disculpame que te moleste, pero escuchamos que sale de tu habitación el llanto de un bebé...
-Ah, sí -respondió un hombre-. Es mi hijo.
-Esteee... ¿qué parte de “prohibida la entrada de menores” no entendiste?
-¡Pero es mi hijo!
-¿Y cuántos años tiene? ¿18? ¡Bobo!
-...
-¿Y encima tenés sexo adelante de tu bebé? Más que al telo tenés que ir al psicólogo, hermano. Tenés 2 minutos para irte.
TARJETA
(Archivo-La Nueva.)
Cierta noche un conserje se la mandó con una tarjeta de crédito y el cliente no se avivó.
Al llamarlo atendió su mujer:
-Qué tal, señora, ¿está Carlos?
-Sí, ¿por qué es?
-Ah, por una cuestión laboral. Él no me conoce, pero necesito unos datos del trabajo...
-A ver... ¡Carlooooos! Te buscaaaan.
-Hola.
-Qué tal, Carlos. Te hablo del último negocio en el que usaste la tarjeta de crédito, ¿te acordás? Se te olvidó, ¿podés venir a buscarla?
-Ah, sí, claro, claro... Voy en 5 minutos.
CÓDIGOS
(blogs.20minutos.es)
El electricista que hace trabajos en el telo llegó un día a las corridas.
-¿Qué te pasa? -le preguntó el recepcionista.
-Ando a mil porque mi empleado está enfermo, así que arreglo lo tuyo y me rajo.
-OK, dale, es en la habitación 22.
Cuando el electricista se iba llegó un auto. Con su empleado y una chica.
-Ah, pero mirá vos este hdp... Atendelo, atendelo...
El auto pasó y al ratito, delante del conserje, el electricista llamó a su empleado al celular:
-Perdón, “Pepe”, sé que estás complicado pero necesito una mano en el telo, ¿no podés darte una vueltita?
-Ehhh... Esteeeee... Vos sabés que... B-b-buenoooo... ahora veo, veo...
-Nah, OK, dejá que me arreglo.
Y cortó.
Y se rieron como media hora.
“No lo iba a joder -dijo el electricista-, pero ahora sé que él me jodió a mí.”
¿Conocés alguna otra historia?