Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Femicidio en Pringles: el infierno de Florencia

La asesinaron el último viernes. Soportó la violencia de una expareja, de su hermano y de su asesino. Sólo fue feliz en el último tiempo con Alfredo, según contó su hermana.
Fotos: gentileza familia Rueda.

Maximiliano Palou / La Nueva.

   —Me mataron a mi Flor.

   A las 4 y media del viernes pasado, la mamá de Florencia Rueda logró hablar con otro de sus 10 hijos, Maximiliano.

  Maximiliano vive en Bahía Blanca. Su familia, en Coronel Pringles. En esa ciudad el viernes pasado a la madrugada mataron a su hermana.

   Maximiliano no escuchó los llamados de la madrugada. Hasta que uno lo despertó.

   —Me mataron a mi Flor —decía su mamá desde Pringles.

   Él no entendía. Llamó a una de sus otras hermanas. Y se lo confirmó.

   —Me agarró un ataque de nervios. Ahí nomás me tomé un taxi a Pringles.

   Un viaje de 130 kilómetros. 

* * *

   En la vida de Florencia hubo 4 hombres en los últimos tiempos: Federico Herro [padre de su hijo de 4 años y sobre quien hizo varias denuncias de agresiones y violencia de género], Julián Di Paolo [quien la asesinó y se suicidó], su hermano más chico [quien la golpeó alguna vez junto a Federico Herro, de quien era amigo] y Alfredo Malanga [su actual pareja, de quien estuvo distanciada un tiempo, el tiempo en el que conoció a Di Paolo, su asesino].

* * *

   María es una de las hermanas de Florencia. La que estuvo más cerca. Con la que hablaba seguido. La que vivía al lado de la casa materna en donde vivió Florencia hasta no hace mucho.

   —Estaba contenta Florencia en el último tiempo. Estaba bien con sus hijos, había vuelto con Alfredo. Estaba bien —dice María.

   El último jueves a la noche Florencia y María compartieron la noche. A las 12, Flor se fue a la casa de su pareja. Se quedaba a dormir ahí. Agarró al auto, subió a sus 2 hijos [tenía una nena de 11 años] y partió. Mientras manejaba y de fondo se escuchaba música de cumbia mandó un audio a María:

   —Recién lo vi a Julián en la camioneta del padre —dijo casi riendo.

   María no vio ningún peligro. Y le contestó:

   —Debe haber tomado unas cervecitas de más.

   Flor se quedó sola con sus 2 hijos en la casa de Alfredo. Él estaba trabajando de sereno en una empresa de seguridad. Di Paolo lo sabía. Y aprovechó.

* * *

   A las 3 de la mañana del viernes María se despertó. Una de sus cuñadas [la que estaba casada con el hermano que le pegaba a Florencia] le tocó la ventana.

   —Julián [Di Paolo] le pegó una puñalada a Flor.

   María no entendía. Se fue al hospital.

   —Ahí, en el hospital, una policía me dijo después de un rato: “Florencia murió”. Me parecía una mentira. Enseguida entró mi mamá.

* * *

   Maximiliano hace una aclaración: “Di Paolo nunca fue pareja de mi hermana”.

   Di Paolo tuvo algunos encuentros con Florencia en el lapso en el que ella estuvo separada de Alfredo Malanga, quien según sus cuñados también conoció a una chica durante el distanciamiento de Florencia.

   —Con Di Paolo habrán estado 2-3 veces —cuenta Maximiliano.

   Fue suficiente para que Di Paolo se obsesionara. Como ya lo había hecho con otras chicas.

  —A una amiga mía ya le había pegado —dice María.

   Y una exnovia le contó a La Nueva. que Di Paolo le pegaba: "Él quería tener relaciones y yo no. Me agarró del pelo y me llevó prácticamente a las rastras a la cocina y me obligó a tener relaciones con él".

   —Ella no quería verse más con Di Paolo. Muchos ya le habían dicho qué clase de persona era.

   Di Paolo había sido denunciado por Alfredo Malanga cuando lo atacó con un cuchillo en la casa de la mamá de Florencia. A Florencia la amenazaba con mensajes de texto.

   —No sólo él, también lo hacía la mamá de Di Paolo.

   Tanto era lo que quería alejarse de Di Paolo que cuando él le dijo que le quería devolver los 10.000 pesos que ella le había prestado a él y su madre, Florencia le contestó.

   —No importa, no lo quiero. No me lo traigas. Quédenselo.

* * *

   Florencia soportó los golpes de Herro [el padre de su hijo]. Varias veces la golpeó. Solo. Aliado con el hermano más chico de Florencia.

  —¿Y no lo denunciaba?

  —Es que Federico Herro es hermano de Guillermo, un oficial de la Policía. Si una vez que le estaba pegando mi mamá llamaba y llamaba a la Policía y no iban nunca. Recién cuando lo llamó 4 veces mandaron un patrullero, pero obvio que no quedó detenido —dice Maximiliano.

   Florencia se cansó de que no la escucharan y 5 días antes de que la mataran hizo una denuncia en la Fiscalía de Bahía Blanca, según cuentan sus hermanos.

   —Una vez Herro fue a lo de mi hermana y de madrugada se llevó al nene, desnudo y por la calle. Mi hermana lo corría. El nene fue recuperado por la Policía, pero a él no le hicieron nada —agrega Maximiliano.

   Y es contundente.

   —Ella sufrió violencia de 2 personas.

   De 3 en realidad: Di Paolo [su asesino], Herro [su torturador eterno y padre de su hijo] y de su hermano menor [el que la obligó a irse de la casa de su madre].

* * *

    Florencia se levantó de la mesa en la casa de María. Ya eran las 12 del jueves. Les dijo a sus hijos que había que ir a casa, a la casa de Alfredo.

   Se subió al auto. Mandó ese audio. Fue la última vez que sonó su voz. Llegó. Esperaba a Alfredo y se tiró en la cama. Escuchó un ruido, le avisó a Alfredo y salió a ver. Dejó la puerta sin cerrar. Alfredo estaba yendo. Pero no llegó. Di Paolo fue más rápido.