La pasión por Las Pastillas no sabe de distancias ni edades
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Por Belén Uriarte y Sol Azcárate
Manuel tiene 13 años y es de Bahía Blanca. Llegó a Plaza Parque General San Martín a las 15:30 porque esta noche tocan las Pastillas del Abuelo en Monte Hermoso y quiere estar frente al escenario.
El recital está pautado para las 20:30, pero Manuel está ansioso. Se pega a las vallas y mira para todos lados. Atrás están los integrantes de la banda haciendo la prueba de sonido y sueña con verlos antes del show.
Este no es su primer recital: por quinta vez saltará al ritmo de Piti Fernández (cantante) y sus músicos. Y se imagina bien adelante, a caballito, como lo hizo otras veces.
El fanatismo de Manuel no es casual. Junto a él están su papá y la novia, con remeras de Las Pastillas, dispuestos a hacer de un recital de rock un momento en familia.
Faltan más de cuatro horas para que arranque la última noche de música en esta Fiesta de la Primavera, pero a él no le importa. Sigue de pie junto a las vallas.
–Nadie me mueve de acá –dice el nene mirando el escenario.
***
Luciana tiene 26 años y es de Necochea. Hizo 280 kilómetros con su hermano Facundo (28), su amiga Sofía (21) y el hermano de ella.
–Solo venimos por Las Pastillas –dice Luciana abrazando la guitarra con la que toca los temas de la banda.
No es la primera vez que eligen ver al grupo del Piti: han hecho muchos más kilómetros por esta pasión. En esta oportunidad, el viaje les costó 600 pesos a cada uno, pero vale la pena: han idisfrutado de varios recitales, siempre adelante o en el medio del pogo, y las sensaciones son inexplicables.
Los chicos de Necochea llegaron a las 15 y se sentaron en ronda, con la heladerita al lado. No piensan bajar a la playa: conservar el lugar es clave para vivir a pleno una nueva noche de rock.