Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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Llega la obra, pero los descalces no dan tregua en la ruta 51

La demorada repavimentación comenzará próximamente. El Despeñadero exige circular con atención. La demorada repavimentación comenzará próximamente. El Despeñadero exige circular con atención.
Foto: Facundo Morales - La Nueva.

Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

   La demorada repavimentación, ensanche de calzada, construcción de terceras trochas, obras de arte y rehabilitación de banquinas de la ruta provincial 51, entre los kilómetros 614,7 y 650, prevé iniciarse en las próximas semanas.

   “Es la obra que estamos esperando”, dijo Carlos Berterret, intendente municipal de Coronel Pringles.

   “Los trabajos tendrían que haberse iniciado, a más tardar a fines de marzo o a principios de abril, pero recién ahora se estarán instalando con los obradores en el parque industrial”, agregó.

   Con un presupuesto de 427.517.761,03 pesos, la firma Vial Agro SA estará cargo de los trabajos en el sector de mayor siniestralidad entre las ciudades de Coronel Pringles y Bahía Blanca.

   El plazo de obra, de acuerdo con lo informado desde la página de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires, desde cuya sede se licitó el 2 de diciembre de 2016, es de 540 días, con un plazo de conservación de 365 días.

   Si se contemplan los 20 kilómetros entre los mojones 630 y 650, ya se han registrado 10 accidentes (ver tabulado), uno de ellos fatal (choque entre un camión y un auto), en tanto que los restantes fueron vuelcos que provocaron lesiones de distinta consideración.

   El sector se caracteriza por los descalces que, en algunos casos, superan los 30 centímetros, pero también por la reducción de calzada (fruto de los reencarpetamientos) que, en muchos casos es de 6,50 metros y debiera ser de 7,30 metros; falta de señalización horizontal y vertical y obras de arte —alcantarillas y puentes— de ancho reducido y una traza inapropiada para el tránsito actual, donde coexisten camiones y vehículos modernos con unidades casi sin relación de peso-potencia.

   “El grave problema de la ruta 51 son los descalces”, aseguró Berterret.

   “Por eso se producen los vuelcos y hay que trabajar mucho en las banquinas. También la calzada está hecha de una manera que se convierte en un jabón cuando llueve”, agregó.

Terceras trochas

   La principal novedad que presenta la obra de repavimentación de los 35,3 kilómetros de la RP 51 es la realización de dos terceras trochas destinadas a vehículos pesados en tramos de pendientes en ascenso, donde se producen acentuadas reducciones de velocidad. Esto permitirá adicionar longitudes de sobrepaso en sectores más críticos.

   La primera trocha será desde el kilómetro 642,9 al 645,7, en una extensión de 2.800 metros. Será sobre el carril derecho ascendente.

   La segunda se concretará, sobre el carril izquierda descendiente, en una extensión de 2.200 metros, entre los kilómetros 646,15 y 643,95.

   Las terceras trochas se ejecutarán con la misma estructura de ensanche de calzada (ancho de 4,00 metros), manteniendo un carril de circulación para el tránsito pesado de 3,5 metros.

   “La obra de la tercera trocha es muy importante, pero es prioritario darle una solución a las banquinas. Creemos que el número de accidentes se podrá reducir en forma significativa”, comentó el intendente Berterret.

   La ampliación de la calzada será a 7,30 metros, así como las banquinas serán con estructura de pavimento y carpeta de concreto asfáltico.

   En cuanto a las obras de arte, en el arroyo El Diecisiete se reemplazará el puente aliviador, se ensancharán alcantarillas aliviadoras y se reemplazará el puente.

   También el reemplazo del puente sobre arroyo Paretas y del puente sobre arroyo San Claudio, así como el ensanche de alcantarillas de luz, altura y ancho de coronamiento variable entre los kilómetros 614 y 650.