Dan la nota: estudian, reciclan y crearon una Cooperativa Escolar
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Anahí González
agonzalez@lanueva.com
A la Escuela Secundaria Nº 5 de Coronel Pringles, con una matrícula de 80 alumnos, asisten, en la mayor parte de los casos, jóvenes que integran familias con necesidades económicas y atravesadas por problemáticas sociales y culturales.
Para ellos contar con un espacio diario en el cual poder formarse y capacitarse en todo aquello que les permita mejorar las expectativas de su futura inserción laboral, es vital. Y en este sentido, en los últimos años, y con la guía y apoyo de docentes y directivos, han aprendido que para avanzar por este camino, la cooperación y la unión son fundamentales.
Con este objetivo y con el impulso de la directora Lumila del Río y el aval de las autoridades educativas de la Región XXI se creó EcoCoop, una Cooperativa Escolar administrada e integrada por alumnos y con asesoramiento de docentes.
La directora Lumila del Río explicó que si bien los alumnos vienen trabajando en distintos proyectos vinculados al reciclado desde hace cinco años la Cooperativa les abrió las puertas para conformar un Aula Taller que les permitió incorporar maquinarias que aumentarán los niveles de producción con el fin de obtener mayores ingresos.
"Todo arrancó en 2012, con la materia Proyectos Organizacionales, con la idea es elaborar un producto y hacer un estudio de mercado, evaluando los costos y beneficios de su producción y venta", contó.
En primera instancia, los chicos pensaron en elaborar productos de bajo costo inicial y se enfocaron en efectuar diseños con botellas de plástico y tejido al crochet como bolsos materos y de paseo.
Más allá del entusiasmo inicial, el proyecto no prosperó porque en la práctica el trabajo era enteramente artesanal y cada producto llevaba mucho tiempo de fabricación.
"El esfuerzo humano era demasiado para la cantidad de bolsos que podíamos producir. No obstante participamos en la Feria de Ciencias y las críticas nos sirvieron muchísimo", comentó la directora de la EESNº5.
En 2014 incorporaron accesorios como alcancías y portacosméticos a esa producción y lograron atravesar la instancia provincial de la Feria. Un año más tarde el proyecto viró hacia una huerta, pero no pudo sostenerse producto de las inundaciones que se registraron en la localidad y que echaron por tierra los esfuerzos.
Entonces fue cuando surgió la idea de elaborar colchones sanitarios para gatos, producto que cumple la misma función que las denominadas "piedritas sanitarias". Eco Cat fue un éxito, pero el inconveniente de o poder realizarlo en cantidades industriales nuevamente fue un palo en la rueda para los alumnos. Siempre tropezaban con la misma piedra: no tenían maquinarias ni recursos para potenciar el negocio.
El año pasado comenzaron a fabricar accesorios por termofusión. Este trabajo implicaba la fundición de bolsas de nylon con la ayuda de una plancha hogareña para lograr la obtención de telas que los alumnos cosían con máquinas de coser a pedal. Así realizaron porta anteojos, delantales de cocina, portacosméticos y hasta cambiadores de bebé.
Con todo este trayecto realizado, el último envión fue la Cooperativa Escolar. Fue la manera que encontraron de organizarse para recibir donaciones de maquinarias y obtener tener una producción mucho más importante.
Lumila del Río comentó que, en este contexto, la Cooperativa recibió la donación de una máquina sublimadora y tres máquinas de coser industriales.
"Es muy importante para los chicos. Hoy hacen en segundos el trabajo que antes les llevaba 20 minutos", comentó.