Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

La papa se convirtió en un imán para el sur del sudoeste bonaerense

El costo de producción de la bolsa, que se comercializa a a 150 pesos, es de $ 35. Este año se prevén sembrar 250 hectáreas (vs. 200 de la temporada anterior).
Tareas de producción de papa en el sur del SOB. / Foto: Prensa INTA.

Guillermo D. Rueda

grueda@lanueva.com

   “La ecuación de 35 pesos por bolsa para producir una variedad como Atlantic, de ciclo corto, que se cosecha sobre los últimos días de diciembre o a principios de enero, y un precio de venta posterior a 150 pesos es por demás atractiva para el productor. Aquí se cumple el dilema respecto de la relación costo-beneficio, porque se está cuadruplicando el costo productivo”.

   Lo aseguró el ingeniero agrónomo Julián Pérez Pizarro, extensionista rural y referente del área Horticultura del INTA Hilario Ascasubi, acerca de una producción que continúa sumando hectáreas y se muestra como una alternativa viable a la cebolla e, incluso, al zapallo.

   Cuando las condiciones de producción, de siembra, de cosecha, de comercialización y de suelos adecuados para un cultivo están alineadas los resultados son más previsibles, lo que termina por incentivar a esta actividad a un número cada vez más importante de chacareros.

Degustación de papa en el Centro Comunitario Llancayani —con productores familiares hortícolas de Luro y Ascasubi— con Julián Pérez Pizarro. / Foto: Prensa INTA

   “Es un cultivo interesante para incluir en la rotación hortícola, en los lotes en los que se realizó cebolla anteriormente, y que presenta ventajas clave”, dijo Pérez Pizarro.

   “Algunas de ellas son una menor inversión de capital para su plantación respecto de la cebolla y facilidad de manejo e incorporación de tecnología al cultivo. Si bien se da bien en suelos arenosos, y requiere de baja humedad ambiental y aceptables niveles de fertilidad de los suelos, es un producto comercial poco perecedero, lo que permite disponer de margen de tiempo para su comercialización aun después de cosechado”, agregó.

   Hoy, el costo de la producción de papa varía entre los 40.000 y 50.000 pesos por hectárea, dependiendo del nivel de fertilización que se realice en función del análisis de suelo y la historia de los lotes por la secuencia hortícola. Una gran porción se la lleva la semilla: alrededor de $ 18.000 (ver gráfico).

   Los gastos de preparación de suelo, con cuatro pasadas de maquinarias (propias, en la mayoría de los casos), más el gasoil y el lubricante se llevan alrededor de 1.000 pesos por hectárea.

   La fertilización —incorporación nitrogenada más fuente fosforada— insume cerca de 8.000 pesos por hectárea.

   El paquete de agroquímicos, con herbicidas de presiembra, de preemergencia y de posemergencia, más algún insecticida, así como aplicaciones preventivas de fungicidas, cuesta cerca de 5.000 pesos, aunque se trata del ítem de mayor variabilidad de la ecuación.

   Otro costo importante está dado en el arranque de la papa. La variante se produce porque algunos productores poseen pequeños equipos de recolección, en tanto que otros lo hacen a mano. Será alrededor de 2.000 pesos.

Variedad de papa denominada Asterix. / Foto: Prensa INTA.

   Las bolsas representan alrededor de 6.000 pesos y otro tanto se irán en jornales para el embolsado de la papa. Así se llega a los $ 46.000 por hectárea.

   “Aun con estos costos, al productor hoy le cierra”, sostuvo Pérez Pizarro.

   “Es diferencial respecto de la zona de Balcarce, donde si bien tienen mejor calidad de suelo y por ende mejores rendimientos, posee un costo muy alto por el sistema de riego presurizado por aspersión. Acá, en el Valle Bonaerense del Río Colorado, estamos en una zona de riego gravitacional o por surco”, aclaró.

   La mayoría de los lotes están ubicados en cercanías de Hilario Ascasubi, en tanto que en menor escala hay campos en Colonia Lejarraga, en Villalonga y en Pedro Luro.

   “El año pasado se sembraron alrededor de 200 hectáreas y la previsión que tenemos para esta campaña, en la que vamos a trabajar en módulos de no menos de 5 hectáreas por productor, es de superar las 250”, comentó.

   Pérez Pizarro trabaja junto a sus colegas Daniel Iurman y a Paolo Sánchez Angonova, también referentes del tema en el INTA Ascasubi.

   “En la zona se produjeron unas 4.000 toneladas de papa en 2016. Pero todo va camino a que podamos duplicar esa cantidad en el mediano plazo; a más tardar, en dos años”, afirmó.

   La superficie de cebolla, la gran jugadora hortícola de la región, pese a su terrible coyuntura, ocupó 11.000 hectáreas en la última campaña, en tanto que el zapallo se trabajó en 800 Has.

   Otra de las ventajas de la papa del SOB es que rompe la estacionalidad.

   “Tenemos la posibilidad de tener papa para vender sobre los últimos días de diciembre. Sobre fin de año no hay en Balcarce porque ellos tienen un ciclo mayor, que va hasta fines de enero, por lo que allí se nos presenta otra gran oportunidad”, explicó.

Dos opciones para la comercialización

   La comercialización parece un tema resuelto. Al menos, hasta ahora.

   “Existen dos opciones. Una es la que hace el grupo de productores de papa, que comercializan en Hilario Ascasubi y en la feria de Pedro Luro, así como se ha empezado a trabajar en los mercados de Patagones y de Bahía Blanca a través de las cooperativas de trabajo”, aseveró.

   “Por eso se hacen las degustaciones. Es decir, para generar demanda a partir de distintas variedades y que todos adviertan la actitud de cada una de ellas, si les sirven para puré, para papas fritas y para lo que sea”, amplió.

Variedades de papa que se producen en la zona. / Foto: Prensa INTA.

   La idea de los productores es llegar a un mercado de hasta 200 kilómetros. Allí están Bahía Blanca, Pigüé, Puan, la Comarca Serrana y hasta Monte Hermoso. También a Viedma-Patagones y más al sur, ya que un productor, que cosecha papa en la zona, la traslada a Trelew, en el Chubut.

   La fecha de plantación es la primera quincena de septiembre y la cosecha se inicia para fin de cada año. En el mercado existen variedades de ciclo corto de 90/110 días y otras de ciclo largo, con 120/140 días.

“No se pretende reemplazar a la cebolla”

* Perfil: El ingeniero Pérez Pizarro (foto) dice que no existe un perfil puntual del productor de papa del sudoeste bonaerense. Asegura que si bien “hay de todo”, varios son los cebolleros que la están incorporando porque es una alternativa interesante a ese cultivo.

* Posicionamiento: “Nosotros no pretendemos que la papa reemplace a la cebolla, pero sí la podemos posicionar en el tiempo como una segunda opción. Es un complemento”, aseguró.

* Cooperadora: “El productor papero del sur bonaerense posee un nivel tecnológico medio y en lo que tiene que avanzar es en la cosecha. Es algo pendiente. La cooperativa del INTA puede ser una opción para la adquisición de maquinarias adecuadas”, explicó el extensionista del INTA Ascasubi.