Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Trabajando por la protección de los más chiquitos de Villalonga

El Servicio Local está conformado por un equipo interdisciplinario, y atiende casos de violencia familiar y abuso sexual, entre otras situaciones, en niños y adolescentes. También se traslada a Juan A. Pradere y Stroeder. Anahí González / agonzalez@lanueva.com
María de los Angeles Colman (izq.) y Tatiana Ibavorde, en el stand del ente en los festejos por el aniversario de Villalonga.

Desde hace algunos meses, la localidad de Villalonga cuenta con un organismo fundamental en la protección y promoción de los derechos del niño y el adolescente: el Servicio Local, compuesto por la psicóloga Tatiana Ibavorde y la trabajadora social María de los Ángeles Colman, junto a la abogada Silvia Trepode.

El servicio puede actuar a partir de denuncias o bien de oficio sobre casos de relaciones de conflicto de los padres con los hijos o de adultos entre sí en la que se vean afectados los hijos. También se aboca a situaciones de extrema vulnerabilidad, como los casos de abuso sexual y violencia familiar.

El objetivo de este equipo es enfocar las actuaciones en la contención del niño en su núcleo familiar, promover, prevenir, asistir, proteger, resguardar y restablecer los derechos de los niños.

El servicio, recientemente puesto en funciones, comenzó a trabajar también en la elaboración de un registro de casos en los que se trabaja para elaborar estadísticas.

Tatiana Ibavorde aseguró que la gente desconoce, en general, cuál es la función específica del Servicio Local.

“Llega gente planteando necesidades que deben ser presentadas ante Acción Social. Muchos aún confunden nuestra función”, señaló.

“Hay que tener en cuenta que las situaciones en las que intervenimos son sumamente complejas en algunos casos. Tratamos de explicarle a la familia que no vamos a controlar, sino a brindar nuestro apoyo”, agregó.

Una entidad que recorre las calles

Abrigo. Por su parte, María de los Ángeles Colman destacó que existen situaciones extremas en las que el servicio debe tomar medidas de abrigo; es decir, sacar al menor del núcleo familiar y darle amparo, ya sea por casos de violencia o por abuso.

Donde sea necesario. “Apuntamos a estar en la calle, en el campo o donde nos necesiten. No queremos estar en la oficina esperando que las situaciones aparezcan solas. Se busca llegar a la gente, y recorrer la calle”, comentó.

En conjunto. Se trabaja conjuntamente con las escuelas, el grupo Envión, la guardería y el hospital ya que un solo organismo no es suficiente para controlar situaciones tan complejas; por eso se busca crear una red de contención.