Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

Olivicultura, una buena respuesta a las contingencias del sudoeste

Investigadores de la Universidad Nacional del Sur ratifican, en un estudio, que la actividad asoma como una rentable alternativa para esta región semiárida. Una salvedad: los resultados positivos se logran a largo plazo.
Olivicultura, una buena respuesta a las contingencias del sudoeste. La región. La Nueva. Bahía Blanca

Por Guillermo D. Rueda / grueda@lanueva.com

Si se pretendía verificar si la producción olivícola era una alternativa productiva y con potencial para ayudar al crecimiento económico del sudoeste bonaerense, el objetivo se cumplió con creces.

“La principal ventaja que presenta la olivicultura es que se trata de una actividad alternativa o complementaria a las agropecuarias tradicionales, pudiendo plantarse olivos en lugares no aptos para otros cultivos. Sin embargo, para generar un efecto derrame sobre la economía local es necesario tener actores con perfil emprendedor y un entramado de relaciones locales sólido por lo que, para verificar su existencia en nuestra región, fue necesario hacer un diagnóstico”.

Así se expresó la Mg. Susana Picardi, una de las autoras, junto a la contadora Lucrecia Obiol, del libro Aceite de oliva argentino y un nuevo actor: el sudoeste bonaerense, Competitividad, rentabilidad, impacto ambiental, de EdiUns 2014.

“Con aquella idea, y en base a la realidad de la región, fundamentalmente agroindustrial, se identifica una actividad rural no tradicional pero no por ello innovadora, que exhibe una dinámica particular”, agregó.

“Los montes con los viejos olivos de los años '50 comienzan a revivir y, junto a ellos, nuevos olivares y una llamada de atención: su rápido crecimiento en un territorio que estaba sufriendo un fuerte deterioro en la calidad ambiental. A partir de ese momento, en el año 2006, empieza el vínculo con la oleicultura”, agregó Obiol.

En el trabajo participaron, asimismo, la contadora Leticia Valls y los licenciados Mariano Aguirre y Fernando Bostal. También tomó parte Vanesa Lodovskis.

En la publicación se presentan las razones del salto de calidad del sector.

Una de ellas es el cambio climático, que ha provocado que el SOB sufra una de las sequías más importantes de las últimas décadas, con afectación directa sobre las actividades tradicionales.

También se hizo hincapié en factores negativos como el intervencionismo estatal en el sector primario, el continuo incremento de los costos de producción, la disminución de rindes y el éxodo rural, entre otros.

“En este contexto, que podríamos definir como turbulento, emerge la olivicultura como una respuesta a la contingencia, pero con mirada a largo plazo”, aclaró Picardi.

Este concepto es clave para caracterizar a la actividad, ya que si bien la producción y el consumo de aceite de oliva muestran una tendencia ascendente tanto en el país como en el mundo, una planta llega a su rendimiento máximo recién a partir de su octavo año de vida.

"(La olivicultura) es una alternativa con una renta sobre el capital de entre el 5% y el 10% anual real a veinte años, según la estrategia comercial del productor", finaliza el estudio.