Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Las semilleras juegan todas sus fichas al girasol

Pese a que el cultivo atraviesa uno de los períodos más críticos en 40 años, se alista con optimismo el Congreso Argentino. Será en mayo en Buenos Aires.
Las semilleras juegan todas sus fichas al girasol. La región. La Nueva. Bahía Blanca

Por Norman Fernández / nfernandez@lanueva.com

En Buenos Aires, el 27 de mayo, más de 30 empresas y organizaciones vinculadas a la cadena de valor del girasol participarán del sexto Congreso Argentino de Girasol, encuentro clave que cada dos años concentra la atención, tanto de quienes participan del negocio en la Argentina como de otros actores del mundo, para quienes el país es referente en materia de investigación en ciencia y tecnología, marcando el rumbo de los avances para el cultivo.

La reunión llega en un momento clave para el cultivo, ya que la cosecha que está finalizando es una de las peores de los últimos 40 años. La caída abrupta de la superficie en los últimos años es una clara manifestación de la crisis que sufre el girasol.

Según las distintas estimaciones, sólo en la última campaña se ha perdido entre el 15 y el 20% del área. Mientras tanto, el elevado nivel de las retenciones a las exportaciones es señalado como la principal causa de la pérdida de competitividad del cultivo, se dijo en Asagir.

Actualmente, ese gravamen es del 30% para las ventas externas de aceite y harina y del 32% para los embarques de granos sin procesar. Hasta la 2013/14, la superficie total sembrada con girasol en la Argentina cayó un 43%. Los guarismos de las principales provincias productoras señalan mermas del 57% en Chaco, 37% en Buenos Aires, 33% en La Pampa, 72% en San Luis y Córdoba, y 80% en Santiago del Estero.

La magnitud del efecto provocado por esta caída se agrava, en tanto que la superficie dedicada al cultivo ocupa las regiones agrícolas más marginales de esas provincias, alcanzando a alrededor de 3.000 a 4.000 productores que, en su mayoría, son pequeños y medianos y tienen una alta dependencia de la suerte del cultivo. A la vez que afecta a los distintos actores de la cadena encargados de la provisión y distribución de insumos para el cultivo y a la mano de obra afectada en todas las importantes industrias dedicadas al procesamiento del girasol.

La cadena del girasol sostiene que una reducción de las retenciones del 32 al 20% para la exportación de granos y del 30 al 17% para aceite y harina es posible sin afectar los ingresos que aporta el girasol al fisco por ese gravamen.

Para que esto se cumpla, el área cultivada debería pasar de 1,38 a 1,9 millones de hectáreas, aun considerando los rendimientos actuales, que sin duda crecerían por la posibilidad de realizar un mayor aporte tecnológico al cultivo de girasol.