Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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“Bahía Blanca se debe reorganizar en Salud Pública”

El secretario municipal del área, Claudio Pastori, se mostró preocupado por el déficit de especialistas.
Avanza el centro de salud de 9 Noviembre. ¿Qué pasará con las salas médicas del sector?

Cecilia Corradetti

ccorradetti@lanueva.com

La falta de interés de médicos y especialistas para desempeñarse en el ámbito público, así como la necesidad de mudar y reorganizar las salas médicas representan dos de las principales problemáticas sanitarias de la ciudad, aseguró el secretario de Salud municipal, doctor Claudio Pastori.

Si bien advirtió que los tres principales ejes a resolver cuando inició la gestión, hace 3 años (recurso humano, infraestructura e información) se han solucionado o van en ese camino, el déficit de profesionales excede a Bahía y continúa siendo materia de preocupación.

-¿Por qué cree que se da esta situación?

-No hay una única causa: las especialidades no quirúrgicas carecen del reconocimiento económico que sí tienen otras, además de la forma de vida, estar lejos de la casa y de los hijos por muchas horas, demandas legales, etc. Esto último no es menor, ya que la persona que demanda al profesional no tiene costos, no pierde dinero. Por eso existe cierto abuso de demandas.

-¿Por qué las metas fueron recurso humano, infraestructura e información?

-Eran prioridad. En los últimos años ingresaron 103 personas en la secretaría, en distintos puestos que hacían falta y todos fueron capacitados. Es gente de planta, profesionales y con años de antigüedad. Por otro lado, contar con datos es crucial en Salud Pública, porque permite basarse en evidencias. Creamos un departamento de Epidemiología y ahora conocemos datos concretos sobre camas, enfermeros, ambulancias, turnos, respiradores, patologías, etc.

-¿Cuál es su opinión respecto del escaso interés por las residencias médicas?

-Bahía Blanca es una de las tres sedes provinciales con examen único de residencias, todo un logro, aunque sigue costando cubrir especialidades como clínica médica, pediatría, medicina familiar o terapistas.

-¿Hay cada vez más niños en riesgo nutricional en la ciudad?

-No, la cifra no cambia demasiado. Funciona un programa de bajo peso que sufre pocas incorporaciones y algunas bajas. Hay chicos con bajo peso pero no es por lo económico sino por alguna enfermedad asociada.

-Teniendo en cuenta el período estacional, ¿hay camas y respiradores disponibles?

-Hasta ahora no hemos sufrido grandes inconvenientes y las cifras de incidencia son similares a las de otros años. Eso sí, debemos reforzar la vacunación en dos franjas, embarazadas y niños de 6 meses a 2 años.

-¿Hubo casos de urgencia por bronquiolitis o gripe?

-No en el ámbito público. Tal vez algún hecho aislado en sanatorios privados.

Unidades sanitarias
Solo 12 de más de 50 salas están habilitadas

Si algún tema ha venido generando polémica en ciertos barrios es la política de reestructuración en determinadas unidades sanitarias.

“La ciudad cambió, el uso del sistema de salud y las enfermedades también se han modificado, por lo tanto debemos adaptar camas, hospitales y salas médicas a los nuevos tiempos y pensar qué ciudad queremos de acá a 20 años”, dijo Pastori.

Recordó que apenas 12 de las más de 50 unidades se encuentran debidamente habilitadas y que la mayoría se ubica en edificios prestados por sociedades de fomento y con grandes deficiencias edilicias, como riesgos de electrificación, falta de accesibilidad, espacios reducidos y hasta olor a cloacas.

“Además, hay muchas que se emplazan a 5 cuadras unas de otras y, paradójicamente, sectores que carecen de un centro cercano. Nunca es grato cerrar una sala, pero la realidad es que debemos aggiornarlas, lo que implica una redistribución”, aclaró.

Pastori valoró la tarea que desarrollan los fomentistas, que han cedido espacio para la salud, aunque, insistió, “muchas salas quedaron en el centro de la ciudad o en sectores donde, por distintos motivos, no se utilizan”.

“Años atrás se crearon sin una planificación, mientras que hoy es fundamental que se emplacen estratégicamente”, dijo.

“Además –concluyó- la idea es que los nuevos centros, como el que estamos edificando en el barrio 9 de Noviembre, permanezcan abiertos no hasta las 14 sino hasta las 18 y acorde a los estándares internacionales”.

Pastori, por último, reconoció que esa medida puede ser “antipática”, aunque aclaró que “no trabajamos para un barrio, sino para una ciudad”. No tenemos el encuadre de hace 30 años: la ciudad es otra”.