Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Venezolanos en Bahía: el viaje que no querían hacer

Dos mujeres explican por qué llegaron a Bahía Blanca. Lloran y se ponen tristes cuando hablan de su país. Yoxelin espera volver. Kahtrin tiene menos esperanzas de que la situación sea distinta aun cuando Nicolás Maduro ya no esté en el poder.
Camila, su mamá Yoxelin y Kahtrin. La historia de los venezolanos que dejaron un país marcado por una crisis que se volvió violenta. (Foto: Pablo Presti-La Nueva.)

Por Maximiliano Palou / La Nueva.

  —En el hotel de Buenos Aires abrimos el sobre...

   La venezolana Yoxelin Pacheco hace la primera pausa.

   —El día anterior... la familia nos hizo una despedida... con bochinche, sin hablar de los que nos estaba pasando...

   Yoxelin hace la segunda pausa.

   —A pesar de la escasez fue una despedida especial... Y al final de la noche nos dieron el sobre. Pero nos dijeron que lo abriéramos cuando estuviéramos tranquilos.

   Detiene el relato. Le cuesta seguir. Se seca mientras su hija Camila sigue corriendo.

   —Fue el momento en el que más lloramos desde que salimos de Venezuela.

   Ella, su esposo Rodolfo Crespo y la pequeña Camila de 6 años decidieron que ya no daba más vivir en Venezuela.

* * *

   Desde 2010, último tramo del gobierno de Hugo Chávez, Venezuela vive una crisis económica por la caída del precio del petróleo, su principal y casi única fuente de ingresos. Hoy, con Nicolás Maduro al frente del gobierno, esa crisis se hizo más profunda con escasez de productos y una ola de robos y violencia que asusta a muchos. A esos que toman la decisión de dejar su tierra.

* * *

  Kahtrin Melinger vive en Bahía Blanca desde el 14 de julio de 2015 junto a su esposo Daniel Hernández. Cuando vio que muchos compatriotas escapaban a la violencia de su Venezuela, los ayudó desde su blog (kahtrinmelinger.com).

   Bajo el título “Una venezolana en Bahía Blanca” le pareció útil contestar sobre ¿qué debo hacer para legalizarme?, ¿es fácil conseguir empleo?, ¿alcanza el dinero para pagar alquiler y comida?, ¿se consigue apartamento o habitación fácil? O ¿qué universidades hay?

   Además formó “Venezolanos en Bahía Blanca, Argentina” en Facebook. Y ya son más de 300.

   —Me llené de mensajes y me decidí. Ahora nos juntamos en la plaza a charlar, a contarnos cómo estamos.

   —¿Por qué Bahía Blanca?

   —Bueno... mi papá es bahiense. Se fue a Venezuela cuando llegó la dictadura. No fue perseguido, pero no le gustaba lo que estaba pasando en la Argentina. Y con mi mamá decidieron irse a Venezuela. Y pensar que yo le cuestionaba haber estado 30 años sin ver a su familia. Yo ya llevo 3. 

* * * 

   Ese 5 de diciembre de 2016 Yoxelin le explicaba a Camila.

   —No podemos llevar todos tus juguetes. Tenés que poner los que te entren en esta valija.

   Camila entendía más que Yoxelin.

   —Fue duro decirle que deje algunos juguetes.

   Mamá seguía haciendo maletas. A las 6 de la tarde tenía que estar en el aeropuerto de Caracas. Esa Bahía Blanca que su esposo había conocido unos meses como una especie de avanzada, las estaba esperando.

   —Nos pareció lo mejor para nuestra hija. Lo hacemos por ella.

   No pudieron evitar que la familia fuera al aeropuerto a darles el último adiós.

   —Ufff... fue fuerte —ahora Yoxelin comparte las lágrimas con Kahtrin.

   Alcanzaron a comprar los pasajes con lo que vendieron.

   —Fue meter tu vida en 2 maletas. No es fácil. Pensá que llegamos a un lugar donde no teníamos nada y no conocíamos a nadie.

* * *

   Antes de llegar a Bahía, Kahtrin pasó por Bogotá tras salir de su Puerto La Cruz.

   —La llamé a mi mamá porque no lo podía creer. En el supermercado veía las marcas que veía en Venezuela cuando era chica: Parmalat o Alpina (lácteos). “Mamá, hay carne, pollo”, le decía. No lo podía creer. En mi país te dicen “llegó el champú” y ahí recién sabés que podés ir a comprarlo. Y hay que hacer una cola larguísima.

   Kahtrin no soportó más. Tras 13 asaltos, tras ver muertes en una marcha opositora y convencerse de que había decaído la educación, no lo dudó. Bahía Blanca empezó a transformarse en un faro para la salvación.

   —Acá podés salir de noche con un celular, allá te lo roban y hasta te matan.

   En Bahía trabaja en la sección ventas de una empresa.

   Yoxelin soportó de todo allá. Dice que en su empresa la obligaban a ir a las marchas a favor del chavismo y que la presionaban permanentemente porque sabían que era opositora al gobierno bolivariano.

   —Nos destruyeron en los sueldos y en lo humano.

* * *

   —¿Van a volver?

   — Kahtrin: no lo sé. La cultura cayó mucho. Estoy esperando que mi familia se venga. Mi hermana es argentina, ya le dije que vaya al consulado y diga: “Necesito volver”. En Venezuela todo el mundo es pobre, pero no porque no haya dinero sino porque no tienen nada para comprar. Muchas veces pienso: y si las cosas hubieran sido distintas.

   —Yoxelin: soy muy familiera. La verdad que estoy esperando que las cosas cambien para volver.

“Todo el mundo piensa en irse”

José conoció el sur argentino. "Todo muy lindo", dijo.

   Es la segunda vez que José Natalio Sánchez viene a Bahía Blanca. Acá vive su hija Ayari y sus nietas. Ah y ese yerno que le hace un asado casi todos los días.

   —Yo no me niego... Como, no tengo problema —dice Natalio, aunque confiesa que lo que más le gusta es el pescado.

   José tiene 76 años, se crió en Mérida, fue camionero y hoy vive en una chacra del estado de Zulia junto a su hijo, una plantación de plátanos y algunas cabezas de ganado.

   —Todo el mundo piensa en salirse de Venezuela. No hay ni papel higiénico. A veces se transforma casi en un lujo tenerlo —dice de entrada.

   La violencia, los robos, la corrupción, la división... Así va llenando la lista José. Así va contando lo que se vive hoy en Venezuela.

   —Para poner un ejemplo: Venezuela perdió muchos profesionales en los últimos tiempos. 

Una de las secuelas del chavismo -según su óptica- lo toca de cerca.

   —Tengo una hermana que es chavista, ya no hablamos de política, hablamos sólo de cosas de familia. Ella tiene 5 hijos: 3 chavistas y 2 antichavistas que viven en los Estados Unidos... Y pensar que ella dice: “Al Imperio ni me lo nombren”.

   José es optimista y dice que Venezuela va a salir... pero.

   —Aunque se recupere siempre va a quedar el recuerdo de lo mal que lo pasamos y las víctimas que quedaron por esto.