Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Desafectaron a más de 40 policías en 5 años

Casi la mitad estuvo preso por abuso sexual, robo, enriquecimiento ilícito o coima.
Desafectaron a más de 40 policías en 5 años. La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca

   El comisario mayor Gustavo Maldonado es el jefe de la policía regional que mayor tiempo ha permanecido en el cargo. Y quien más uniformados de la jurisdicción puso a disposición de la justicia.

   Desde su asunción en la Departamental de la avenida Alem 836, el 12 de enero de 2012, un total de 42 policías fueron desafectados de la fuerza y casi la mitad de ellos están o estuvieron privados de la libertad.

   “A aquellos efectivos que caminan torcidos, vamos a ponerlos a disposición de la justicia y de Asuntos Internos”, insistió Maldonado, días después de la detención de dos agentes de Pedro Luro, acusados de pedirle una coima a un comerciante.

   La propia policía de Seguridad que él conduce fue la que registró la mayoría de esas detenciones.

   A los 20 oficiales y suboficiales exonerados o cesanteados se los acusó de delitos graves, como abuso sexual, violencia de género, robo con armas, exacciones ilegales e incumplimiento de los deberes de funcionario.

   “Por ejemplo, aprehendimos al subteniente Walter Derromedis por robo calificado e incluso allanamos su domicilio en busca de pruebas. Es un policía que asaltó a una pareja en el Parque de Mayo en 2012”, relató.

   “Cuando llegó el patrullero, él se identificó como personal policial. Efectuó un disparo y se trenzó en lucha con las víctimas”, agregó.

   Otro caso emblemático es el del subteniente Gustavo Canle y el oficial principal Raúl Otamendi, quienes en la actualidad cumplen condena por privar de su libertad, para robarle 15.000 pesos, a un hombre de Buenos Aires, a quien habrían observado haciendo ostentación de dinero en un cabaret de Soler al 600.

   Ni hablar de la resonancia por la captura de los excomisarios Gustavo Moral y Juan Manuel Caruso, quienes el 3 de junio de 2004 fueron echados de la fuerza por enriquecimiento ilícito. En 2008, la justicia los condenó a 4 años de prisión.

   Tanto Caruso como Moral eran titulares de cuentas bancarias, propietarios de inmuebles y vehículos, así como de 900.000 dólares que estaban en un banco.

De héroe a villano

   Maldonado también aludió al capitán Iván Quintas, detenido el 28 de abril de 2014 bajo la acusación de robo calificado, lesiones, daño y encubrimiento. Ese mismo día fue desafectado de la institución.

   “Quintas estaba vinculado con una banda de asaltantes y él hacía de chofer. Lo calificaron como héroe cuando se tiroteó con unos malandras en un asalto en una heladería de Villa Mitre, pero años después lo detuvimos cuando volvía a su casa porque el auto de él había sido utilizado en un atraco”, afirmó.

   “Hace pocos días la justicia le otorgó la libertad asistida. Ya gozaba de arresto domiciliario. Este es el único efectivo desafectado que quedó libre, porque la mayoría está cumpliendo condena”, dijo.

   La corrupción policial en Bahía Blanca tuvo otro capítulo el 18 de enero de 2014, cuando el sargento Claudio Montagnoli aceptó dinero a cambio de no secuestrar una moto en Zelarrayán y Cuyo, donde también se hallaba el sargento Jorge Emparanza.

   “A Emparanza lo absolvieron y a Montagnoli (exonerado) lo condenaron a 2 años de prisión en suspenso. Mi reproche fue bastante polémico cuando dije que no había inseguridad sino injusticia, porque justamente logramos convencer a los damnificados que declararan contra un efectivo policial, con toda la carga emotiva y las presiones que eso conlleva”, resaltó Maldonado.

   “Sin embargo la justicia condenó a Montagnoli a 2 años de prisión en suspenso. Para mí eso significa pararse un ratito en el rincón, en penitencia, porque ni siquiera fue preso; es una locura”, dijo.

   En el mismo sentido, la autoridad se preguntó “qué mensaje le damos al policía que hace bien las cosas, porque de esta forma no hay premios y castigos”, afirmó.

Un caso llamativo

   La situación más extraña es la del oficial principal Nelson Ponce de León, a quien se detuvo por “hurto calamitoso calificado”, en perjuicio de Mauro Frifrini, en Bahía San Blas, en marzo de 2012.

   El Tribunal en lo Criminal Nº 1 dio por acreditado que Ponce de León, por entonces encargado del destacamento de aquella localidad, “se apoderó ilegítimamente de un reflector, un grupo electrógeno y una heladera termoeléctrica” de la vivienda de Frifrini, a la que un tornado le había volado el techo.

   Por el delito, los jueces le impusieron 2 años de prisión en suspenso.

   El 13 de abril de 2012, Ponce de León fue apartado de la Policía, aunque venció la medida administrativa y se reincorporó. En febrero de 2014 fue sancionado, junto con la sargento Claudia Acosta, por la fuga de un detenido.

   Por ese incidente se instruyó una causa penal que luego se archivó, pero Ponce de León fue separado nuevamente de la fuerza el 6 de marzo de 2014. Cumplió la sanción y volvió a reintegrarse. En la actualidad está en la comisaría de Dorrego.

Les marcó la cancha

   “El policía que hace las cosas correctamente tiene el respaldo de esta jefatura. A aquellos que caminan torcidos, vamos a ponerlos a disposición de la justicia y de Asuntos Internos”.

   El mensaje es claro de parte del comisario mayor Maldonado.

   “Todas estas detenciones las hizo la policía de Seguridad; no se dio intervención a otra fuerza y eso habla de un grado de confianza y de que no encubrimos a esos efectivos”, dijo.

   Según el comisario, “siempre” hay sumarios administrativos o causas penales en trámite, muchos que se inician por denuncias a un 0800 o al mail de Auditoría de Asuntos Internos.

   “Se denuncia, por ejemplo, que un efectivo lleva a sus hijos a la escuela en el patrullero o que un policía está tomando mate en determinado lugar”, explicó.