Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Los que “gastaron” la puerta giratoria

El llamativo prontuario de policial de seis sospechosos. Los detuvieron más de 20 veces en 6 años. Cuatro son adultos, ya tienen más de 30 años. El que tiene el récord (28 arrestos) es un menor que recién en junio llegará a los 18.
Los que “gastaron” la puerta giratoria. La ciudad. La Nueva. Bahía Blanca

Redacción de La Nueva. / info@lanueva.com

   Hace algunos años, los bahienses fuimos testigos de una fuerte polémica entre los operadores del sistema judicial, a partir de acusaciones cruzadas en torno a los detenidos que supuestamente entran y salen casi de manera automática.

   Desde la policía, el máximo jefe regional, comisario mayor Gustavo Maldonado, opinaba que "no hay inseguridad, sino injusticia" y que la dinámica de trabajo hace circular a la demanda social por un carril y a las leyes, por otro.

   Jueces y fiscales nucleados en el Colegio de Magistrados no tardaron en responder. Negaron la existencia de lo que se denomina “puerta giratoria” y, por el contrario, aseguraron que las detenciones vienen creciendo progresivamente.

   Por otro lado, cuestionaron el peso de algunos elementos de prueba, que muchas veces no alcanzan para avanzar y generan demoras en las investigaciones.

   Hoy, más allá de que la discusión perdió protagonismo público, la problemática está más vigente que nunca. Algo falla. O muchas cosas fallan a la vez.

   ¿Le falta calidad a la prueba que reúne la policía?, ¿se necesita mayor injerencia directa de fiscales en los casos?, ¿existe demasiada flexibilidad de parte de algunos jueces de Garantía?, ¿sobran variables excarcelatorias?, ¿cómo buscar una solución a la falta de resocialización postcarcelaria?, ¿en qué medida auxilia la tarea del Patronato de Liberados?. Muchas preguntas y pocas respuestas.

Menor de edad con... ¡28 entradas!

   Lo concreto es que en nuestra ciudad hay 6 personas que en los últimos 6 años fueron detenidas más de 20 veces por delitos de distinta gravedad. Cuatro son mayores, otro recién cumplió los 18 pero está purgando una pena por hechos cometidos como menor y el restante, recién en junio llegará a la mayoría de edad y muchas de sus aprehensiones fueron antes de ser punible, es decir cuando tenía 15 años o menos. De hecho, este joven es el que más entradas tiene en las comisarías: ¡fueron 28 entre 2011 y fines de 2016!

   Los datos surgen de un relevamiento de la policía, y al que tuvo acceso “La Nueva.”, en el marco de tareas relacionadas con el mapa del delito.

   En esos 6 años, de acuerdo con la estadística hasta ahora reservada, se produjeron 11.733 arrestos. Si bien el porcentaje de reincidencia detectado es bajo (apenas superior al 15%), preocupa la reiteración de entradas y salidas de muchos sospechosos, porque además del "selecto" grupo de los 6, hay otras 40 personas que tienen entre 10 y 19 entradas en ese periodo.

Quién es quién

   El que mayor número de aprehensiones sufrió entre 2011 y 2016, un total de 28, es el más chico de todos. Se trata de un menor de 17 años (a mitad de año llegará a la mayoría de edad), al que no se identifica por razones legales. Siempre estuvo a disposición del Régimen Penal Juvenil y hoy está en libertad.

   

El segundo lugar lo ocupa Daniel Hernán Cartes Jara, de 30 años, quien tenía 24 detenciones hasta fin de año, pero el pasado viernes sumó la 25, porque fue arrestado en el marco de una causa por violencia de género, por el delito de desobediencia, según se informó.

   Cartes Jara, al menos hace algunos años, era para la policía un "punguista" o arrebatador. "Tato" o "Tarta" tiene antecedentes por robos en la vía pública, también en comercios y hasta en los colectivos de línea.

   A fines de 2010, tan solo 6 horas después de recuperar la libertad por un robo en un negocio de Villa Rosas, volvió a caer por sustraer prendas de vestir de un local de la galería Plaza.

   El tercer lugar lo ocupa un joven que ya tiene 18, aunque desde hace más de uno purga una condena (pactada en 6 años de prisión), dentro del Régimen Penal Juvenil, porque todos los delitos (22) los cometió como menor. Por ese motivo tampoco se lo identifica. Está alojado en un instituto cerrado, ajeno a la ciudad. Tiene al menos 5 causas por robos con armas.

 

 Con la misma cantidad de ingresos en comisarías (22) figura Héctor Raúl Lara, quien, según la policía, tiene un prontuario variado, en especial por robos en vehículos detenidos en la calle, muchos en el macrocentro.

   En 2004 se cree que fue víctima de un ajuste de cuentas en la zona del Bajo Rondeau. Desconocidos lo golpearon y también balearon a Darío Oyarzún, quien lo acompañaba. Hoy tiene 32 años.

   Con 22 aprehensiones también está Alejandro Daniel Cabrera Villalonga, de 38, a quien de joven se lo relacionaba con la banda de Los Peladitos, que tuvo a maltraer a vecinos de Villa Rosario.

   Cabrera Villalonga tiene antecedentes por delitos violentos y recibió al menos 3 condenas. Una fue dictada en 2007, a 6 meses de prisión, por el hurto de una billetera y por violar un domicilio en la fuga. Antes había purgado penas por otros tres robos, al menos uno con armas.

   En marzo de 2011 fue arrestado luego de una prolongada persecución policial, tras el asalto a una mujer en una vivienda y el arrebato de dos carteras en la vía pública.

   Completa el podio Oscar Alfredo Descalzo, de 34 años, siempre domiciliado en la zona de Loma Paraguaya, quien según el informe registra 21 aprehensiones en 5 años. Tiene relación con numerosos delitos contra la propiedad, como intento de sustracciones en vehículos estacionados, arrebatos o en la modalidad de "escruche" (robo en viviendas desocupadas).

   Descalzo, para algunos "Pinino", también fue herido durante un presunto ajuste de cuentas. Recibió un disparo en la cabeza, a fines de 2007, aunque se recuperó y volvió al ruedo.

   En 2010 recibió una pena de 2 meses de prisión, de cumplimiento efectivo, por el robo de un estéreo, y se lo declaró reincidente. Un año después fue interceptado con casi 15 gramos de marihuana y otra vez volvió a ser arrestado por el intento de robo a un menor, con un arma blanca, en la Plaza Rivadavia.

Mapa del delito: entre los números y la sensación

   El mapa del delito, con publicación on line desde fines del año pasado, representa un recurso que para las autoridades es importante a la hora de planificar políticas de prevención en materia de seguridad.

   La Nueva. tuvo acceso a los números que registró el estudio en los últimos 4 años (entre 2013 y 2016) y cuyas conclusiones alcanzó en los últimos días la secretaría de Seguridad municipal.

   La primera consideración global es que los delitos que inciden de manera directa en la inseguridad bahiense (todo tipo de sustracciones) se amesetaron el año pasado, en comparación con 2015, y bajaron respecto de 2013 y 2014.

   No surgen del análisis números exactos, porque una vez que las denuncias ingresan en la fiscalía pueden cambiar su encuadre original (cambio de carátula) y esa situación genera un margen de error.

   

   De todas maneras, de los gráficos de líneas se advierte que el número de robos y hurtos osciló los 1.700, tanto en 2016 como el año anterior, mientras que en 2014 rondó los 2.000 y en 2013 superó los 2.500.

   Otra de las evaluaciones que realizaron los especialistas es que no existe una constante en cuanto a lugares de mayor complejidad. "Hay un corrimiento permanente y generalizado del delito. No se puede hablar de barrios más conflictivos", dijo un vocero.

   "El único delito que estuvo por encima de los promedios históricos es el homicidio, pero por muy bajo margen", agregó.

   Lo que sí es elocuente es el incremento de las detenciones, lo cual puede suponer una mayor eficiencia policial, aunque se trata de una opinión relativa, porque no está claro si las detenciones tienen que ver con los delitos más o menos graves.

   De hecho, al menos el año pasado hubo algunos cuestionamientos desde la fiscalía que investiga los robos calificados, porque se esclarecía casi ninguna de las entraderas que se cometían en la ciudad.

   En concreto, durante 2016 fueron puestas a disposición de la Justicia más de 2.600 personas, un 60% más de lo que fue en 2015 (1.650) y también superior a los 2.100 detenidos de 2014 y 2.050 de 2013.

   Los meses de mitad de año fueron los de mayor conflictividad en 2016, mientras que entre noviembre y diciembre se observó un descenso sostenido (los asaltos bajaron un 50%).

   Estas conclusiones preliminares (delitos estabilizados y muchas más detenciones) chocan casi frontalmente con la sensación que a diario experimentan cientos de bahienses, hartos de la inseguridad y de la falta de respuestas para esclarecer los hechos. Que la ven como una batalla casi perdida

   Está claro que en la seguridad, como en otros aspectos, 2+2 no siempre es 4, porque confluyen un sinfín de variables que modifican de manera dinámica la situación, que no siempre va de la mano con esa sensación de vulnerabilidad que está vigente desde hace varios años.

¿Para qué sirve esta herramienta?

   El mapa del delito es una herramienta tecnológica de visualización para combatir el delito y determinar las tareas preventivas de seguridad. Esto permite realizar un estudio espacial, temporal, descriptivo y causal de la problemática del delito en un territorio determinado.

   Su implementación sirve, fundamentalmente, para en una primera instancia disponer un sistema de seguridad acorde, que ataque los delitos que se cometen en los sectores que dicho mapa muestra.

   En una segunda instancia, se utiliza para analizar si la medidas surtieron efectos, si hay que ajustarlo o si, en su defecto, se deben disponer nuevos.