Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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“Seguiré luchando por esta causa”, dijo la mamá de Yésica

Innumerables muestras de pesar por la niña bahiense de 12 años que falleció a la espera de un trasplante de corazón, tras estar 27 días en emergencia nacional. Cecilia Corradetti / ccorradetti@lanueva.com
En el templo del Don Bosco, el colegio de Yésica Zambón Molinet, se realizó ayer una emocionante misa con sus familiares, amigos y compañeros.

“Nuestra amada Yesi vino a enseñarnos a brindar el corazón. La vida no se mide por su duración en años sino por la intensidad de su misión: tu paso por esta Tierra será inolvidable hijita y desde el Cielo seguirás guiándonos para que aprendamos a vivir en generosidad, alegría y amor infinito”.

Con esas palabras escritas en Facebook, Patricia Molinet se despidió ayer de su hija Yésica, la nena de 12 años que esperaba ser trasplantada del corazón desde hacía casi un mes.

Las muestras de dolor en redes sociales fueron infinitas. En parte, porque la historia de la chiquita, que padecía una miocardiopatía dilatada desde su nacimiento, se venía reflejando en los distintos medios todos los días con el objetivo de lograr esa donación que no pudo ser.

También en el Colegio Don Bosco el dolor fue interminable. “Yesi” concurría al 1º año del secundario en el turno mañana. Ayer hubo una misa por el descanso de su alma y no se dictaron clases. Tampoco habrá hoy.

Vía telefónica, Patricia aceptó ayer dejar su mensaje de “agradecimiento, amor y esperanza” no solo para los medios de prensa sino para los médicos y la gente que le brindó todo su apoyo en estos días difíciles.

“Me siento agradecida a la vida por haberme regalado 12 años a esta hija. No guardo rencor, al contrario, asumo y acepto lo sucedido, como acepté las numerosas plegarias de todas las religiones en estos días tan difíciles”, reflexionó.

“Con dedicación y amor seguiré luchando por esta causa que no solo tuvo a mi hija en vilo sino a mucha, muchísima gente y a chicos como ella”, expresó.

El doctor Jonás Bracco, coordinador regional en CUCAIBA, lamentó que haya que mediatizar a un paciente cada vez que se necesita un órgano. “Se necesitan corazones y otros órganos los 365 días del año. Hay casi 8 mil personas en lista de espera y 25 en emergencia. De esa cifra, 16 son chicos como Yésica”, sostuvo.

“El éxito de una donación tiene mucho de azar. Decidir donar un órgano representa un acto difícil para la familia que sabe que su ser querido está muriendo”, agregó, para señalar que en nuestra ciudad la cifra es de 19,6 donante por millón de habitantes, mientras que en Nación la cifra es de apenas 5,3.

Una multitud

Recuerdos. A las 11 no entraba un alma en el templo Sagrado Corazón de Jesús del Don Bosco, donde los compañeros de 1º “B” de Yésica, junto a sus familias, docentes y directivos la recordaron con anécdotas y oraciones.

Intimo. Sentados en las primeras filas, sus amigos lloraron ante cada palabra del sacerdote, que finalmente continuó hablando sentado en la escalinata y matizando la charla con recuerdos cariñosos.

Deportes. Yésica llevaba una vida normal: practicaba natación y pasaba mucho tiempo andando en bicicleta. En marzo los médicos le anunciaron a la familia que necesitaba un trasplante.