Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Martín Renzacci, 5 años después: disfrutando a Ignacio y esperando a...

Su viaje de bodas a Oceanía se interrumpió porque sufrió el síndrome de Guillain Barré. Hoy cuenta que volvió a jugar al básquet y que hace picaditos con su hijo de casi 3 años.
Martín, Ignacio y Carolina juntos y esperando a Ema... o ¿Nicolás?

Maximiliano Palou / La Nueva.

Casi 5 años después Martín Renzacci atiende el teléfono.

-¿Cómo andás?

-Bien, sólo me quedó un poco dormido el lado derecho de la cara.

* * *

El bahiense Martín Renzacci fue famoso. Su nombre, su foto, su flamante esposa estaban en los medios permanentemente. Si hasta Susana Giménez los llevó a su living.

-Recién me estaba recuperando y fue una locura. Pero bueno, todo eso ayudó para hacer una campaña para juntar fondos y hacer conocida una enfermedad que no era muy conocida.

Luego de una publicación en este diario se organizó una fiesta en la disco Chocolate a la que fueron 1.000 personas que dejaron 30.000 pesos (unos 7.500 dólares) en la boletería. Además había urnas en comercios y cuentas en los bancos Francés y Galicia.

* * *

A los 31 años Martín Renzacci se casó con la psicóloga Carolina Santori el 2 de julio de 2011. El 4 partieron a Oceanía. Anduvieron por Sidney y Melbourne. Y después, Tasmania.

14 días después de casarse, Martín estaba en el hospital Royal Hobart. Y muy mal. Había vomitado mucho, estaba débil, no podía mover los brazos ni las piernas. Ni siquiera podía preguntar qué le pasaba.

-Tiene el síndrome de Guillain Barré -dijeron los médicos.

Carolina tenía miedo. Pensó que Martín se moría. Se le moría. Tuvo que ser fuerte, interpretar los pedidos de Martín -que no hablaba-, dormir cuando podía, hablar con médicos, preocuparse por los 5.000 dólares diarios que les cobraba el hospital. Una chica sola a 12.000 kilómetros de casa.

-Estaba muy mal. Los doctores nunca tenían nada bueno para contar -decía Carolina al volver a la Argentina.

Martín estuvo 24 días en coma y bajó 23 kilos. Tras 70 días en Australia, Martín llegó a nuestro país el 13 de septiembre de 2011.

-Estamos contentos por la vuelta. Es una enfermedad muy frustrante. Necesitamos del apoyo de la familia y los amigos -dijo Carolina ese día.

Martín seguía casi sin hablar. Sólo quiso que se le entendiera un “estoy feliz”.

Fue derivado a una clínica de alta complejidad en Buenos Aires y a un centro de rehabilitación.

* * *

Como buen bahiense, Martín tiene un arito en el patio de su casa de Escobar. Ahí le juega picaditos a Ignacio de casi 3 años mientras Carolina espera al hermanito: Ema o Nicolás.

-Aunque el nombre de varón no está muy decidido, ja, ja, ja -cuenta Martín.

Martín sigue con su trabajo como productor de seguros y volvió a jugar al básquet en los veteranos de Obras.

-Es mi momento de la semana. Fue una gran satisfacción volver a jugar al básquet.

Dice que también está siendo papá.

-Una vida normal.

-¿Te reconocen en tus distintos ambientes?

-Sí y si no alguien siempre se encarga de contarles, ja, ja, ja.

-¿Te seguís enojando por pavadas?

-Ja. Y... sí, pero hoy en lo que más me enfoco es en disfrutar a Ignacio. Los momentos de los chicos van pasando rápido.

* * *

Quizás en ese arito de Escobar esté la felicidad de Martín. Quizás después de un doble le venga un flash de Tasmania, de la cama del Royal Hobart. Pero enseguida mirará a Ignacio, a la panza de Carolina y pensará “en darle para adelante”.

“Despertar en Tasmania”

 -Obvio que nunca tuvimos expectativas de venta, sólo era contar lo que nos había pasado.

Martín habla de “Despertar en Tasmania”, el libro que cuenta su experiencia en Oceanía. Tiene prólogo del periodista Andy Kusnetzoff y fue editado por Alejandro Gorenstein.

Fue presentado en Bahía Blanca el 16 de noviembre de 2012.

-Nos marcó mucho y nos dio una gran enseñanza. Yo la sufrí, pero en mi peor estado la que más sufrió fue 'Caro'. La historia es de los dos, la pasamos mal los dos -dijo Martín ese día.

Cuando el cuerpo se ataca por error 

Es un trastorno inmunitario en el que el cuerpo se ataca a sí mismo por error. Se desconoce la causa exacta. Puede presentarse a cualquier edad, aunque es más común entre los 30 y los 50 años. Los síntomas pueden empeorar de manera muy rápida. Es posible que pasen solamente algunas horas hasta que aparezcan los síntomas más graves, pero también es común que la debilidad vaya aumentando durante varios días. En la mayoría de los casos, comienza en las piernas y luego se disemina a los brazos, lo cual se denomina parálisis ascendente.

En 2004 alarmó a Bahía 

Hace 12 años el síndrome de Guillain-Barré, con 6 casos simultáneos, generó un estado de alerta en Bahía Blanca y la región. La enfermedad afectó a 4 adultos y 2 niños. Dos pacientes eran de nuestra ciudad y los restantes de Río Colorado, Tres Arroyos, Casbas y Salliqueló. Fueron asistidos en los hospitales Penna, Municipal, Privado del Sur y Felipe Glasman. Según las estadísticas, el 5 % de los afectados por este síndrome puede morir.