Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

Bahía Blanca | Jueves, 18 de abril

El impacto de ir a clase de mañana o de tarde

El turno escolar determina una rutina diferente que genera consecuencias en los jóvenes.
Los alumnos de la mañana tienen más privación del sueño.

Adrián Luciani / aluciani@lanueva.com

Asistir al turno mañana en el colegio secundario disminuye en una hora el sueño nocturno, reduce las calificaciones en matemáticas y baja las probabilidades de fumar cigarrillo y marihuana.

A tales conclusiones llegó un reciente relevamiento realizado por Nicolás Agustín Roig, como tesis final de la carrera de Economía en la Universidad de San Andrés, a partir de una serie de encuestas realizadas entre el alumnado de las Escuelas Medias de la UNS.

El trabajo señala que el horario de asistencia a clase determina una rutina completamente diferente, que genera consecuencias directas en aspectos vitales de la vida de los adolescentes.

“En esta investigación se encontró que el turno escolar, al cambiarse de escuela, tiene efectos significativos sobre patrones de sueño, desempeño académico, consumo de drogas y relaciones sociales”, sostuvo Roig.

En las variables de desempeño académico se aprecia un mayor promedio en las notas de matemáticas para el turno tarde (2.22 frente a 2), una menor proporción de alumnos que desaprobaron dicho examen y también menor es la proporción de alumnos que tuvieron que rendir matemática en diciembre.

Por otro lado, el turno escolar también mantiene relaciones estadísticamente significativas con los consumos de droga. Los datos sugieren que debido a fenómenos de integración a nuevos grupos de pertenencia, los estudiantes de la tarde presentan mayor prevalencia de consumo que a la mañana.

“Asistir al turno tarde aumenta la probabilidad de involucrarse en consumos de riesgo. Crece entre un 10% y un 19% la probabilidad de consumir cigarrillos de manera frecuente y alrededor de un 5% la probabilidad de marihuana”, consigna .

Los consumos de riesgo fueron especificados solo para aquellos individuos que asisten al tercer año, ya que son preguntas articuladas para alumnos de mayor edad. El porcentaje de estudiantes de tercer año que consume cigarrillo frecuentemente es del 9%, compuesto por una ponderación de 14% de los alumnos de turno tarde y solo 2% de mañana.

“La probabilidad de consumir marihuana, en caso de asistir a turno tarde, es de 7,3%, mientras que si se asiste a turno mañana es nula, generando así un promedio general de 4,1%. Por último, el consumo de alcohol es ligeramente mayor en términos medios para el turno mañana -20%- que para la tarde -19,1%-.

“De acuerdo con la Quinta Encuesta Nacional a Estudiantes de Enseñanza Media 2011, para alumnos de educación media de 13 y 14 años, los promedios de prevalencia de vida de marihuana son del orden del 5,5%, mientras que el de tabaco es de 23,3%. Con la salvedad de que para el caso de nuestra muestra, el tabaco refiere a haber consumido con cierta frecuencia, los órdenes de magnitud son similares. En consecuencia, podría argumentarse que las Escuelas Medias de la UNS respetan la media”.

El autor aclaró que se trata de un trabajo exploratorio, que invita a pensar en la importancia que tienen los horarios de clase en la vida de los adolescentes.

“En una familia, al decidir el futuro escolar de los hijos, no hay que perder de vista el bienestar de los estudiantes en relación a sus afectos y la agenda escolar que mejor puedan soportar.

En referencia al sistema educativo, probablemente existan reformas posibles que mejoren la eficiencia, incentiven hábitos más saludables y amparen las problemáticas de integración de los adolescentes.

No siempre ayudan al que madruga

Por asistir de tarde, los alumnos duermen en promedio una hora más por noche y 42 minutos menos de siesta. Y tienden a acostarse 32 minutos más tarde por la noche.

“Comparando cantidad de horas de sueño con y sin clases al día siguiente ambos sufren un fenómeno de privación del sueño.

Sin embargo, es mayor para quienes asisten a la mañana: duermen 7 horas los días de clases y 9 los fines de semana, mientras que los de turno tarde, 7 horas 45 minutos y 9 horas y media, respectivamente”, según el informe.