Lo que deja la llegada a Bahía Blanca del tren chino
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No pocas enseñanzas dejó la presencia en los andenes locales del moderno tren chino que desde el viernes 18 comenzará a cubrir el trayecto Bahía Blanca – Plaza Constitución.
En primer término, más allá de las quejas por el tiempo que insumirá en cubrir el trayecto (13 horas contra las 14 que ahora emplean las desvencijadas formaciones de Ferrobaires), es absolutamente cierto que estos equipos constituyen la única renovación efectuada en materia ferroviaria desde el gobierno militar.
Incluso, ahora, tras 40 años de retroceso, los convoyes de la empresa Nuevos Ferrocarriles Argentinos tienden a asegurar un servicio como el que los bahienses se merecen, al menos en limpieza y confort.
Habrá que ver cuánto tiempo resisten el paso por los destruidos rieles de la Vía Lamadrid cuando fueron fabricados para circular por ramales en muy diferentes condiciones, sobre todo porque, más allá de los anuncios, la reparación de los 100 kilómetros de vías más afectados está en duda para lo que resta del año y quién sabe si se encarará durante la próxima administración.
Seguramente tiene razón el diputado provincial Marcelo Feliú al señalar, como lo hizo ayer en los andenes de la estación Sud, que en la medida en que Bahía Blanca recupere y consolide su sistema ferroviario de pasajeros y cargas tendrá mayores posibilidades de captar inversiones y establecer una alianza estratégica con Neuquén, en el plano logístico, para aprovechar las bondades de Vaca Muerta o iniciar los servicios a Bariloche, en Río Negro.
También la llegada de este nuevo servicio demuestra que si bien Bahía Blanca hace tiempo permanece afuera de la agenda nacional y provincial en muchísimos temas, con gestión (para eso están los legisladores y demás funcionarios locales) pueden conseguirse cosas que, en mayor o menor medida, terminen beneficiando al ciudadano bahiense.
La otra enseñanza que deja el arribo del tren y la puesta en marcha del nuevo servicio alude, como han señalado en varias oportunidades los lectores de este diario en sus comentarios, a las horas que insumirán los viajes desde y hacia la Capital Federal.
Hoy Ferrobaires tarda 14 horas y el nuevo servicio insumirá 13, cuando 50 años atrás un tren expreso a Buenos Aires (sin paradas y mejores vías) cubría el trayecto en apenas siete
El tema fue puesto en el tapete algunos meses atrás con relación al nuevo tren a Córdoba, cuando un diario porteño señaló que ahora tarda 20 horas y en 1938 demoraba 9.
Si bien el tiempo de viaje de 1938 debe haber sido una marca aislada y sería más lógico tomar como referencia las 12 horas que tardaba el “Rayo de Sol” en los años '60 y '70, no deja de resultar una verdad incontrastable que la demora de los nuevos trenes resulta inconcebible para los tiempos que corren y que sólo el precio del pasaje hace que sean atractivos para determinado segmento social.
La velocidad de los trenes de pasajeros, punto esencial para garantizar la eficiencia y supervivencia de este tipo de transporte, es ahora la gran asignatura pendiente. Se habla de reacondicionar unos 100 kilómetros de vías pero eso es simplemente el puntapié inicial ya que la verdadera tarea estará en manos del próximo gobierno. De todas maneras, este capítulo, el que ya comenzó a escribirse, no es un mal comienzo...
Precios
Entre Bahía Blanca y Buenos Aires, el costo de un pasaje en pullman será de 405 pesos, un 39,82% más económico que un boleto en coche cama en ómnibus. En tanto, un pasaje en primera rondará los 355 pesos, un 39,93% más barato que un semi-cama. El camarote para dos personas costará 1.135 pesos.
La vuelta
El regreso está previsto para las 19.21 del viernes venidero, con reingreso a Plaza Constitución a las 7.54 del sábado