Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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El Cholo: demuelen el inmueble, pero hay dudas con la rotonda

La casona, que impedía la obra, no estará desde el lunes. Pero la empresa que debe hacer la rotonda no define el reinicio.

El lunes a las 8 las máquinas del municipio procederán finalmente a la demolición del inmueble ubicado en la zona donde, en septiembre pasado, se comenzó a construir la rotonda en el cruce de las rutas nacionales 3 y 33, una obra clave para mejorar la seguridad vial del sector.

El enigma ahora es determinar cuándo la empresa constructora, la marplatense Pasalto Materiales SRL, retomará los trabajos, ya que se retiró de la ciudad -”se llevó todo”, según apuntaron desde la Dirección Nacional de Vialidad- y hasta la fecha las autoridades locales no lograron reunirse con los directivos para convenir el reinicio.

Según fuentes de la entidad vial, se convino en dos ocasiones la llegada de representantes de la adjudicataria a la ciudad, a fin de acordar el reinicio, sin que en ningún caso lo hagan.

La obra comenzó en agosto, 15 meses después de haberse licitado y tras conseguir el visto bueno de ABSA para desplazar un acueducto, con la ejecución de los desagües pluviales, intervención que debió detenerse un mes después, al no resolverse el conflicto por la presencia ilegal de un inmueble sobre terrenos propiedad del municipio.

Con apenas un 10% de avance, la empresa se retiró luego de acordar la neutralización de su contrato, es decir que dejaron de correr los plazos de obra pero no las readecuaciones de los valores.

Casi un año llevó al municipio llegar a la instancia que tendrá lugar el lunes con la demolición del inmueble, luego de cumplir con trámites, intimaciones y la sanción de una ordenanza para apurar la desocupación.

La semana pasada se firmó el acta de entrega mediante la cual el ocupante, Pedro Lacana, desistió de la presentación judicial que había iniciado en diciembre, pretendiendo hacer valer supuestos derechos para permanecer en el lugar.

En el acuerdo confirmó la entrega “libre, voluntaria, incondicionada y definitiva” del espacio, sin “tener nada que reclamar” al municipio.

Por otra parte, tomó conocimiento y aprobó de manera expresa la demolición del bien, “a efectos de liberar la traza”.