Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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La computadora que definió el perfil industrial

Se cumplen hoy 33 años de la inauguración de las primeras plantas del polo petroquímico. Una historia caracterizada por vaivenes políticos y económicos.
Bahía Blanca cuenta con el polo petroquímico más importante de la Argentina.

Por Norman Fernández / nfernandez@lanueva.com

Dice la leyenda que en una computadora se cargaron los datos de unas pocas ciudades latinoamericanas donde podría construirse un polo petroquímico. Y la elegida fue Bahía Blanca, por varios motivos: su puerto, sus conexiones ferroviarias y viales, la disponibilidad de materias primas (gas y sal), universidades y recursos humanos capacitados.

Así, Dow Chemical decidió, cerca de medio siglo atrás, levantar en nuestra ciudad su nueva planta. El 16 de febrero de 1968, en el Plaza Hotel de Buenos Aires, el corresponsal de este diario, Miguel Angel Cavallo, asistía a la conferencia de prensa en la cual Pablo Valdés Pagés, presidente de Dow Argentina, hacia el anuncio formal.

El rumor estaba desde hacía algunos meses. Pero la ratificación tuvo una enorme repercusión en la ciudad, donde se generó la razonable expectativa sobre el impacto socioeconómico que implicaría una inversión del orden de los 115 millones de dólares. Por entonces, una suma más que llamativa.

El futuro no fue sencillo. Tras los primeros pasos de Dow, diversos hechos políticos y económicos se cruzaron en el camino. La firma norteamericana no pudo materializar su propósito. El Estado asumió la responsabilidad al constituir Petroquímica Bahía Blanca

Años más tarde, paulatinamente fue retornando la empresa privada. Y la entera privatización se dio a comienzos de la década del 90, con la conformación de diversas sociedades. Hasta la realidad actual, con un complejo compuesto por Dow, Solvay Indupa, Profertil y Mega.

Hoy se cumplen 33 años de la puesta en marcha de las primeras fábricas de etileno y polietileno; en 1986 se agregaron las de PVC y polietileno de alta densidad. De tal manera, la ciudad cuenta con el principal polo petroquímico de la Argentina.

Un hombre clave

El ingeniero Hugo Simoni es, quizás, quien más años ha estado ligado a la evolución del complejo. Nacido en Mendoza y recibido en San Juan (Universidad Nacional de Cuyo), llegó a nuestra ciudad de la mano de PBB en mayo de1972. Su radicación definitiva fue en 1975. Desde entonces, es un bahiense más.

Al evocar aquellas inauguraciones de noviembre de 1981, menciona la particularidad de que también se puso en marcha la fábrica flotante traída en navegación desde Japón y que sigue en operaciones, siendo la única de su tipo en el mundo.

YPF es la única empresa que permanece desde el inicio, ya que formó parte de PBB y hoy es socia en Profertil y en Mega.

Simoni fue gerente de producción entre 1983 y fines de 1995; más tarde, ocupó ese cargo en Profertil, hasta noviembre de 2000 y luego se convirtió en gerente de la Asociación Industrial Química.

La constitución del polo petroquìmico significó para Bahía un notable incremento en la demanda de mano de obra, tanto en forma directa como indirecta.