Desde el próximo lunes, se rehabilita la construcción en cinco barrios de la ciudad
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Mario Minervino / mminervino@lanueva.com
Desde el próximo lunes se podrá comenzar con la presentación de permisos de construcción en los barrios Universitario, Napostá, San Cayetano, Kilómetro 5 y Pacífico, luego de tres años de haberse suspendido el Código de Planeamiento Urbano (CPU) en esos sectores por una acción judicial realizada por un grupo de vecinos de Universitario.
La posibilidad es resultado del acuerdo firmado el martes entre el municipio y los autores de esa presentación, lo cual termina con un largo vacío normativo, a la espera de que la Justicia resuelva la cuestión de fondo, cual es la validez o no de la ordenanza 16.124, aprobada por el Concejo Deliberante, que modificó el CPU vigente hasta entonces. Lo que aún se debe dilucidar es si debía realizarse una audiencia pública previa a la aprobación de la norma.
El titular de la Agencia Urbana, Alberto Carimatti, resaltó ayer la actuación “conciliadora” del juez Agustín López Cóppola y la “postura de los vecinos” que accedieron a rediscutir la situación.
“Desde la Agencia celebramos el acuerdo y esperamos seguir este camino para analizar la situación con nuestros equipos técnicos y con la participación de los vecinos como principales actores que reciben el impacto de las normativas”, señaló.
Como anticipó ayer este diario, a partir del acuerdo vuelve a tener vigencia la ordenanza 16.124 que modificó el CPU en parte de los barrios mencionados, salvo en la porción de Universitario delimitada por calles Perú y 1º de Marzo, entre Estomba y Alem, sector en el cual solo se permitirá construir viviendas unifamiliares o multifamiliares en planta baja en lugar de los 3 pisos admitidos en el resto de los barrios.
El subsecretario Legal y Técnico del municipio, Santiago Romanelli, explicó que los vecinos que en 2011 impulsaron la cautelar son todos habitantes de Universitario, con lo cual el resto de los barrios, también afectados por la situación, no eran de su incumbencia.
“Coincidimos en que los trastornos que estaba generando la suspensión eran mayores que sus reclamos, con lo cual aceptaron retirar la presentación a cambio de mantener la protección de su barrio”, explicó.