Bahía se afirma como ciudad libre de tabaco
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Por Pamela Subizar / psubizar@lanueva.com
Salir a fumar fuera de lugares cerrados, como oficinas, locales comerciales y restaurantes es una costumbre cada vez más instalada, gracias a la cual Bahía Blanca está certificada como “ciudad libre de humo”.
El título, además, va camino a renovarse, dado que el control realizado por el Ministerio de Salud provincial esta semana corroboró un alto cumplimiento de la prohibición de fumar.
Así lo indicó la licenciada Gabriela Di Lorenzo, integrante del equipo del Programa Provincial Salud sin Humo, quien recorrió instituciones y comercios de la ciudad el jueves.
El programa provincial, creado en 2007, apunta a proteger a los fumadores pasivos, ofrecer la cesación tabáquica a fumadores y reducir la iniciación tabáquica en jóvenes, que cada vez es a edades más tempranas. Una de las acciones es la certificación de espacios y un monitoreo periódico del cumplimiento de la normativa.
En la provincia de Buenos Aires, en agosto de 2012, y acorde con los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se modificó la ley 13.894, derogando los último permisos especiales para lugares cerrados.
Bahía tiene además desde 2007 una ordenanza completa que declara nocivo el humo ambiental de tabaco para la salud de las personas y prohíbe fumar en ambientes cerrados públicos y privados.
“La gente está muy conscientizada y ya es algo habitual no fumar en el espacio de trabajo o el que se visita ocasionalmente”, observó Di Lorenzo, luego de hacer el control en espacios como bares, colegios, secretarías públicas y el shopping.
Además, indicó que se tienen las señales correspondientes, tanto en imagen como en Braille para ciegos.
“Los dueños de algunos lugares donde estuvimos eran personas fumadoras, que por una u otra razón dejaron de hacerlo, y hoy ellos respetan la campaña por el daño que el cigarrillo implica para la salud”, contó.
Así, en muchos lugares no se trata solo de un mero respeto a la ley sino que hay una voluntad con acciones concretas a favor de la prevención de la adicción y de la disminución del consumo de tabaco.
“Los resultados del control son enviados por el Ministerio de Salud de la Provincia a Nación y después ellos resuelven. No creo que haya ningún inconveniente para recertificar”, declaró.
La ayuda de Gaturro
También hay instituciones públicas y educativas que tienen su certificación provincial, algunas con interesantes campañas como ocurre con el Colegio Juan José Passo, ubicado en la esquina de Yrigoyen y Mitre. Hace más de seis años el establecimiento hizo la tramitación ante la Provincia, comentó Adriana Marta Passo, directora de la Primaria.
Los directivos y profesores, junto a los chicos del Centro de Estudiantes, buscaron una alternativa para incentivar a los alumnos y surgió la idea de usar un personaje simpático.
Se trata de Gaturro, una caricatura de historietas de Cristian Dzwonik, conocido como Nik, que desde 1996 se publica en la última página del diario "La Nación".
Tomaron la imagen del personaje para desarrollar la estrategia de comunicación, que recibió a lo largo de estos años reconocimientos por parte del Ministerio de Salud de la Nación.
La directora cuenta que el camino no fue simple, porque llevó tiempo y esfuerzo cambiar las costumbres y que todos los integrantes del personal que fumaban lo hicieran fuera del edificio, pero al día de hoy el cambio cultural se logró.
Del Ministerio
Estadísticas
Riesgo. Las enfermedades vinculadas con el tabaquismo constituyen la principal causa de muerte evitable en el mundo. En la Argentina, donde fuma el 33,4% de la población, producen la muerte de 40.000 personas por año.
Cuántos. En esta provincia fuma un tercio de la población de 18 a 64 años, según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2005, lo que representa cerca de 1.500.000 fumadores.
Jóvenes. El consumo se inicia cada vez más precozmente. En Buenos Aires, el 53% de los adolescentes de 13 a 15 años probó alguna vez un cigarrillo y el 20% lo hizo antes de los 11, según una Encuesta Mundial de 2007.
Más expuestos. Los adolescentes de la provincia son además los más expuestos al humo de tabaco ajeno en lugares públicos, 20 puntos porcentuales por encima del nivel nacional.