Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Polémica por las cargas de GNL

Versiones indican que por la falta de dólares el gobierno no pagó los despachos del gas importado. Adrián Luciani / aluciani@lanueva.com
Por razones variadas, el ritmo de regasificación se hace lento en el muelle de Mega.

Los más variados comentarios viene generando en medios nacionales la presencia de al menos dos buques metaneros anclados en el fondeadero de acceso al estuario local.

La mayoría de ellos gira en torno a la supuesta falta de dólares y a la no asignación de recursos, por parte del Banco Central, para hacer frente a los compromisos energéticos.

Según revela el portal El Inversor, que fue citado por varios medios informativos, en las últimas dos semanas el Banco Central no liberó en tiempo y forma los dólares para pagar dos cargamentos de Gas Natural Licuado (GNL) que tenían como destino las terminales regasificadoras de Escobar y Bahía Blanca.

Esas informaciones sostienen que el gobierno nacional deberá enfrentar costosas penalidades por postergar el pago del gas importado.

Los contratos firmados por Enarsa, la empresa estatal de energía, encargada de financiar esas operaciones, prevén una multa del 0,15% del precio del cargamento por cada día de retraso en el despacho del combustible.

Cada carga de GNL cuesta alrededor de 50 millones de dólares, que representan multas por incumplimientos del orden de los 75 mil dólares diarios.

Sin embargo, a nivel local la visión del tema parece tener un ángulo diferente, por cuanto no pocos aseguran que el no desembarco de más de 100.000 m3 de gas natural licuado no obedece a una falta de pago sino, sencillamente, a que las altas temperaturas de la pasada temporada invernal y comienzos de la primavera hicieron que las necesidades de gas corran mucho más despacio que los despachos de GNL ya contratados, prefiriendo de esta forma pagar las penalidades necesarias, usando a los metaneros como una especie de silos flotantes.

"¿Quién va a despachar un buque de este tipo sin haber recibido antes el pago?", dijeron las fuentes consultadas.

Tal vez sirva para abonar esta teoría que el Polo, más allá de la parada de planta por las obras de ampliación en Profertil, no ha sufrido restricciones en un insumo esencial como el gas.