Susana Elliker asumió como subsecretaria de Salud municipal
-
- copiado al portapapeles
-
- copiado al portapapeles
La pediatra Susana Elliker fue confirmada ayer como flamante subsecretaria de Salud municipal. De todas maneras el decreto, que involucra varios aspectos técnicos y administrativos, se firmará en las próximas horas.
De esta manera, Elliker se transformará en la principal colaboradora del nuevo secretario de Salud, el ginecólogo Claudio Pastori.
De prolongada trayectoria en el ámbito municipal –es médica de planta–, la nueva funcionaria, de 60 años, se desempeñó hasta la semana pasada en la secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia.
Anteriormente fue directora de Atención Primaria; coordinadora médica del área programática y subsecretaria de Salud entre 2007 y 2011, cuando asumió Diego Palomo.
Ayer a la mañana, Elliker participó de la primera reunión en su nuevo cargo realizada en el Hospital Municipal, con la presencia de Gustavo Carestía y Roberto Santiago –directores entrante y saliente, respectivamente– y el propio Pastori.
Se hablaron distintos temas, algunos de ellos vinculados con el traspaso de las distintas gestiones y el escenario actual de la salud pública.
También en las próximas horas se producirían otros nombramientos de relevancia en el equipo de salud.
Se trata de la doctora Alejandra Crisafulli, también pediatra, y la enfermera Elizabeth Agüero, ambas pertenecientes a la planta municipal.
La primera de ellas es jefa de una de las 11 áreas programáticas con que cuenta la ciudad, cargo que ganó por concurso.
Agüero, en tanto, es licenciada y coordinadora de enfermería.
Carestía, a un paso
El próximo jueves 31 de este mes será, para el doctor Roberto Santiago, el último día como director general del Hospital Municipal, cargo que asumió en 2009.
Lo reemplazará el gastroenterólogo Gustavo Carestía –todavía cumple funciones como jefe del Departamento de Docencia e Investigación– y quien en diálogo con "La Nueva.", días atrás, habló de sus proyectos más cercanos, como la aplicación de la modalidad de cuidados progresivos para la internación, que implica la ubicación de pacientes por complejidad y no por especialidad y la finalización de la obra situada sobre la primera cuadra de Bravard, la que él mismo inició durante su gestión, en 2000.
También dijo tener un plan de contingencia frente al difícil trance que atraviesa el sistema privado de la salud. De hecho, así debió actuar durante la crisis de 2001, cuando también conducía los destinos del “Leónidas Lucero”.
“Es un colega que conoce mucho los temas que atañen al sanatorio y, de hecho, tiene experiencia como secretario de Salud y como director del hospital”, reconoció ayer Santiago.