"No pude dormir pero estoy más tranquila", dijo la nena secuestrada

Redacción de La Nueva.

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   La nena de 9 años que ayer fue secuestrada dijo que no pudo dormir pero ahora está "más tranquila porque estoy con mi familia".

   El único detenido es Gustavo Salas, de 28 años.

   El hecho ocurrió ayer a la mañana, tras una denuncia de un vecino que contó cómo un hombre metía en el baúl de un auto a una chiquita en avenida Alem y El Resero. La policía lo interceptó poco después en Camino Sesquicentenario.

   Melanie le contó a La Nueva. que un hombre le dijo si la podía ayudar con unas cajas que tenía el baúl de su auto: “Pero como no lo conocía, no le di mucha importancia”.

   Esta mañana la nena se presentó en la Fiscalía para declarar junto a sus padres y agregó que vio cómo el hombre sacaba cosas del auto.

   “Entonces le dije: 'Usted puede'. Me dijo que me daba plata y le dije que me tenía que ir. Ahí me hizo tropezar y me metió en el baúl”, detalló.

   Además contó que se golpeó la cabeza y que no sabía dónde estaba mientras permaneció en el baúl del que la rescató la policía.

   "Ahí me puse a llorar. Lo único que quería era abrazar a mi mamá", dijo la chiquita. 

"Se ve que se cerró"

   El sospechoso dijo hoy al entrar a la fiscalía que todo fue un accidente.

   "Se ve que se cerró el baúl y ella quedó dentro", manifestó Gustavo Salas mientras lo llevaban esposado a declarar ante el fiscal Eduardo Zaratiegui

   "No la conozco (a la nena), para nada", agregó.

   A Salas lo trasladaron esta mañana desde una comisaría de Monte Hermoso, donde estaba alojado desde ayer.

   "Quiero justicia, porque este tipo le arruinó la vida a la nena. ¡Que no sea un caso más!", pidió el padre de la chiquita, Luis Parra.

Seguimiento psicológico

   Un especialista de la Comuna en cuestiones de abuso dijo hoy por Bienvenidos de LU2 que Melanie va a tener que ser monitoreada durante 2 o 3 meses porque vivió una situación traumática extrema.

   "Hay que ver cómo puede retomar su vida anterior al hecho, si puede mantener los hábitos saludables del sueño y la alimentación —contó el psicólogo Hugo Kern—. Lo fundamental es el acompañamiento de la familia y estar atentos a los síntomas que se vayan dando en los 2 o 3 meses posteriores al evento."

   Kern dijo que "la procesión va por dentro y la ficha cae lentamente".

   "Son situaciones traumáticas, extremas, que conmueven su estructura personal. Lo primero en los chicos son las manifestaciones somáticas, en el cuerpo. Hay chicos que pueden entrar en pánico y tener accidentes a nivel corporal que pueden terminar muy mal", agregó.

   "Lo que puede pasar es que sueñe con esa persona, que tenga temor a quedarse en espacios públicos. Es un proceso de asimilar el evento traumático. Si esto se prolonga hay que hacer un tratamiento terapéutico", añadió Kern. (LU2 y La Nueva.)