Pedro Silberman: “Fomentamos un médico con una mirada integral”

Redacción de La Nueva.

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“El perfil de profesional que tratamos de fomentar en la carrera de medicina es con una mirada integral, más humana y más sensible de cada situación en la que les toque actuar. Obviamente que le damos los conocimientos y las herramientas para resolver los problemas de salud, pero también buscamos que sean capaces de acompañar en el sufrimiento y el dolor”.

De esa manera, el decano del departamento de Ciencias de la Salud, Pedro Silberman, se refirió al presente de la carrera que se dicta en la Universidad Nacional del Sur.

“Cuando un profesional está frente a un paciente que está sufriendo, ya sea un dolor físico, psíquico o social, no debe olvidar que es una persona y que muchos de sus problemas se resuelven escuchando, sin tener que emplear medicamentos. Estamos convencidos de ello y así lo intentamos transmitir al formar al profesional con una visión integral, no sólo técnica”.

--Pero el médico también es un trabajador.

--Sí, y también es un tema importante. Porque el médico también sufre presiones, y se desgasta en su ámbito laboral, pero no por la profesión en sí, sino por el modelo de trabajo al que están expuestos. Y los estudiantes deben estar preparados para esa circunstancia.

--¿Con qué sistema de salud se encuentran esos egresados?

--Con un sistema hostil. El sistema de salud actualmente maltrata al trabajador en general y al profesional médico en particular, haciéndolo trabajar en condiciones no adecuadas y lo evalúa y lo mide en función de cantidad de atenciones o procedimientos en general, los sistemas de evaluación invisibilizan la cuestión subjetiva, no tienen en cuenta la calidad ni los resultados de esas acciones. Este sistema lo hace perder la condición de persona, porque lo objetiviza permanentemente; el médico es un número, un recurso.

--¿Por ello no es casual que los hospitales no encuentren profesionales?

--Sin dudas. Hoy el médico está muy expuesto. Paradójicamente, faltan médicos en un país que sobran médicos. En Argentina hay 3,8 médicos cada mil habitantes, una cifra similar a España y Francia, por ejemplo. Pero están mal distribuidos y, generalmente, buscan trabajar en lugares que puedan estar cómodos y, fundamentalmente, vivir tranquilos. Eso, trabajando en un hospital público o una unidad sanitaria, es muy difícil de lograr; aquellos que lo hacen dejan su propio confort para devolverle a la sociedad lo que ella invirtió en su formación.

--¿Quién es responsable?

--Evidentemente la gestión política. En los últimos 40 años, salvo honrosas excepciones, no se ha sabido planificar un modelo de atención o un sistema de salud adecuado para que el profesional pueda desarrollar sus capacidades y, a su vez, la gente esté más sana. Hoy la población tiene problemas de salud evitables y los médicos tienen dificultades para desarrollar de manera digna su profesión.

--¿Se puede cambiar?

--Este sistema es insostenible. Desde lo económico, lo sanitario y desde lo humano. Es evidente que no da los resultados que se buscan y que cada vez es más difícil sostenerlo económicamente. Salud se lleva el 10% del Producto Bruto Interno y eso es tremendamente alarmante. Y tampoco creo que sea un problema únicamente salarial, donde generalmente se agotan todas las discusiones. No es un tema de conseguir una mayor partida de presupuesto, sino de planificar políticas de salud sustentables.

“En la política, el conflicto está mal visto y no debería ser así. En todo ámbito hay conflictos y aún más si se proponen cambios estructurales. Entonces, como se quiere evitar los conflictos, se intentan resolver los problemas con dinero y eso lo único que hace es retardar el problema”.