Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Una institución centenaria lucha por mantenerse en pie

A punto de cumplir 131 años de existencia, la Sociedad Francesa de Socorros Mutuos, que funciona en Zelarrayán al 300, no atraviesa su mejor momento. De un total de 300 socios, solo 70 están activos.
Jorge Arávales y Michel Briquet muestran las deficiencias del lugar que ocupan, tanto en los techos como en el piso.

Federico Moreno

fmoreno@lanueva.com

Con fines sociales, patrióticos y mutualistas, el 14 de julio de 1886 fue fundada la Sociedad Francesa de Socorros Mutuos de nuestra ciudad. A poco de cumplir sus 131 años, la institución no atraviesa el mejor momento, al punto de tener graves dificultades para mantener sus edificios.

“La Sociedad Francesa nació en una importante casona de Donado 47, pero después, vaya uno a saber por qué, terminó teniendo como patrimonio solo una oficina en Drago 23”, explicó el presidente de la Sociedad Francesa y del Centro de Amistad Franco Argentino (CAFA), Michel Briquet.

Desde principios de este siglo, ambas instituciones comparten sede en el terreno perteneciente al Bochín Club, ubicado en Zelarrayán 357.

“Tenemos alrededor de 300 socios totales, pero solo unos 70 activos que pagan la cuota anual de $200. Nuestro único ingreso, además de eso, es el alquiler de la oficina de Drago porque, si bien antes entraba bastante dinero con las comidas que organizábamos, ya no las podemos hacer porque el salón no está en condiciones”, explicó el tesorero de la institución, Jorge Arávales.

Una hiedra de una casa vecina abandonada creció al punto de dañar el techo del salón. Y la humedad, a su vez, levantó el piso.

“Para arreglar el salón necesitamos fondos y para juntar fondos necesitamos el salón. Es un círculo vicioso. Hace poco le planteamos la situación al intendente, a ver si nos pueden dar una mano, acá funcionan dos instituciones –una de ellas centenaria-, que prestan actividad cultural y no están en buen estado, creemos que merecen permanecer”, agregó Briquet.

Representación

Desde la fusión de la Sociedad y el CAFA (fundado por Briquet en 1996), los objetivos de la institución son representar a Francia en Bahía Blanca, crear lazos de amistad, publicar -mediante un tradicional boletín mensual- artículos que le demuestren a la gente que históricamente hubo mucha relación entre ambos países y, por sobre todas las cosas, difundir la cultura popular francesa.

“Si la gente quiere aprender la lengua francesa o ver una muestra de pinturas tiene que ir a la Alianza Francesa (Fitz Roy 49), pero si quiere practicar lo que ya sabe del idioma, aprender a cocinar una ratatouille o escuchar música popular, danzar o analizar letras de canciones, la Sociedad Francesa y el CAFA son el lugar adecuado”, explicó.

Dos o tres veces por mes se realizan los encuentros francófonos -este mes también incluye el lunes 31- para practicar el uso de la lengua francesa, de 19.30 a 21, mientras que el sábado 29, de las 17 en adelante, serán los “rencontres musicamicales”, encuentros que tienen como finalidad descubrir y disfrutar la canción francesa y francófona.

“Con los aumentos de los servicios, las cuentas empezaron a dar en rojo. Ya hace un año que no tenemos en condiciones el salón, en el cual entran 50 o 60 comensales, que antes podíamos alquilar y nos representaba un ingreso importante”, lamentó Arávales.

“La mayoría de la gente que viene es grande, pero la invitación es para todos los francófilos, sin distinción de edad. Sumado a que la gente joven no suele tener tiempo, se ha perdido la costumbre de reunirse en entidades sociales, de pertenecer a una institución que sea un punto de encuentro. Incluso nos resulta complicado convocar a los franceses que viven en Bahía, que son unos cuantos”, dijo el presidente de la sociedad.