Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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Trasladaron "el problema" de la comisaría Primera a la cárcel local

Luego del fallo que intimó a refaccionar los calabozos de Berutti 650, para evitar un trato inhumano a los detenidos, los mismos fueron derivados a la prisión de Villa Floresta.
Los calabozos de la Primera tienen capacidad para 8 detenidos, pero llegaron a tener 30.

El problema de la manta corta, estructural en casi toda la administración pública, es cada vez más visible en Bahía Blanca a partir de la falta de infraestructura y deficiente tratamiento que, según la justicia, reciben las personas privadas de la libertad, situación recurrente y que parece no encontrar solución ni paliativos.

Después del fallo dictado el martes por el juez en lo Correccional Nº 1, José Luis Ares, todos los detenidos que se encontraban en los calabozos de la comisaría Primera (tiene capacidad para 8 pero cuando la Defensoría hizo la inspección que derivó en el habeas corpus había 17) fueron trasladados a la cárcel de Villa Floresta.

Sin embargo, en la Unidad Penal Nº 4 existe una sobrepoblación de internos, que al día de ayer superaba el 13%. Había 699 internos, cuando la capacidad es de 617.

“Quiere decir que hay 82 internos que no tienen camastro, que duermen en el suelo”, confirmó una alta fuente judicial.

De esta manera, “el problema” de la seccional de Berutti 650 se trasladó al presidio local.

Lo llamativo del caso es que en la Unidad Penal Nº 19, de Saavedra (también pertenece al Departamento Judicial Bahía Blanca), había, al menos en la víspera, lugares para ocupar, porque de 740 plazas estaban cubiertas 677.

La pregunta cae de madura: ¿por qué no se trasladan los presos directamente a Saavedra? Porque los traslados los resuelve la jefatura del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), en La Plata, y los jueces solo pueden adoptar medidas excepcionales.

De lo contrario, un cambio de destino podría entenderse como un agravamiento en las condiciones de detención y motivar vías recursivas, a partir de la presentación de habeas corpus.

En veremos

Lo concreto es que, en la medida que no se cree una alcaidía departamental, con capacidad para 50 o 60 detenidos, el problema no desaparecerá, sino que se trasladará de un lado a otro.

El proyecto de la alcaidía (un espacio de detención previo a la cárcel, para evitar el traslado a las comisarías) había avanzado firmemente el año pasado, aunque tuvo un freno abrupto cuando vecinos cercanos al predio del Hospital Penna tomaron conocimiento, a través de un informe de “La Nueva.”, que las autoridades habían seleccionado uno de los viejos pabellones del ex Policlínico, a metros de un jardín de infantes, una escuela, clubes deportivos y otras entidades intermedias, para instalarla.

Luego de la marcha atrás, Juan José Baric, subsecretario de Políticas Penitenciarias del Ministerio de Justicia y actual interventor del SPB, le pidió a la secretaría municipal de Seguridad que preseleccionen terrenos o edificios ociosos del Estado -alejados de colegios, clubes y hospitales- para buscar el nuevo lugar, situación aún indefinida.

En diálogo con este diario, en febrero pasado, Baric reconoció que Bahía “evidentemente necesita una alcaidía” y que “la idea es hacerla”.

Sin embargo, en su reciente visita a la ciudad, el ministro de Justicia Gustavo Ferrari no confirmó ni descartó la obra.

“Hay que armonizar con la situación de la provincia y en esto soy sincero, porque nuestra idea es decir y contar la realidad. Hace 16 años que no se construye una cárcel grande, por lo que pretender que recuperemos ese tiempo en 3 es imposible. Vamos a ir avanzando en proyectos de alcaidías y cárceles en la medida que el presupuesto lo vaya permitiendo. Las ideas están y conocemos las necesidades, pero vamos a armonizarlo con la disponibilidad de recursos”, dijo Ferrari en esta redacción.

También en la zona

Hoy, mientras se refaccionen los calabozos de la comisaría Primera, no hay detenidos varones en las comisarías locales, porque las cuatro restantes están inhabilitadas para tal fin y solo funcionan las celdas de la subcomisaría de Villa Rosas para retener a mujeres.

A partir de la falta de espacios destinados a la reclusión de personas, muchos detenidos en nuestra ciudad son trasladados a comisarías regionales -como Monte Hermoso y Tornquist-, cuyas autoridades políticas también reconocieron cierto malestar por la situación.

Es que, de alguna manera, se tienen que “hacer cargo” de un problema que no les corresponde.

Y no solo se trata del “alojamiento”, sino de administrar y controlar las comidas, las visitas y también las requisas.

Toda esta situación en la ciudad se da a casi dos meses de un trágico motín en la comisaría Primera de Pergamino, donde 7 reos murieron asfixiados en medio de una pelea generalizada.