Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

"Los productores de nuestro país sufren una enorme burocracia"

El titular de la Asociación de Ganaderos y Agricultores de Bahía Blanca se refirió a la situación actual y los desafíos inmediatos. También habló de los caminos en mal estado, los fletes caros y la necesidad de frigoríficos.
"Sería interesante implementar una desgravación impositiva sobre la aplicación de fertilizantes", dice el dirigente rural. / Foto: Pablo Presti-La Nueva.

Cecilia Corradetti / ccorradetti@lanueva.com

Optimizar rutas y caminos vecinales, continuar trabajando firmemente contra los delitos rurales e incrementar el número de frigoríficos en la ciudad representan algunas de las principales necesidades del sector, indicó el titular de la Asociación de Ganaderos y Agricultores, Enrique Fortunato, entidad que cuenta con unos 220 asociados, es decir, la mitad del total de productores del distrito.

—¿Cómo se encuentra hoy el sector?

—Mejorando, luego de un período de sequía intenso, con vientos, elevadas temperaturas y noches secas. Las últimas lluvias posibilitaron un escenario muy diferente, de un verde intenso.

—¿En qué grado afectó la sequía?

—Perjudicó a la campaña de cosecha gruesa. El agua llegó tarde para algunos cultivos, aunque para otros lo hizo a tiempo. La cosecha gruesa, que no es nuestro fuerte, ya se inició. Se sufrió falta de pasto y la seca limitó el crecimiento de algunas especies. Luego llegó el agua justo para la siembra de verdeos de invierno. Esperemos que no se corte.

—¿Es la ganadería la principal actividad en los establecimientos locales?

—Sí, y está mejorando porque desde hace un par de años se apuesta a mejorar en cantidad y resultados. Se han retenido vientres, aunque el pequeño y mediano productor, al haber quedado desfinanciado, no puede retener todo lo que desea y debe atender compromisos económicos. Así, en algunos casos debe desprenderse.

—¿Cuál es el desafío en materia de ganadería?

—Eficientizar la cría y lograr más terneros por lote. No olvidemos que la vaca tiene una cría por año; así, de un lote de 100 vacas el porcentaje promedio nacional de terneros logrados es de 65 a 70. Es una cifra baja. Deberíamos incrementarla en 10 terneros más y eso implica una fuerte apuesta que conlleva varios factores a trabajar, como la alimentación, genética, sanidad, etcétera.

—¿Cómo fue la campaña triguera?

—Venimos de dos campañas muy buenas, aumentó la superficie y la tecnología aplicada permitió rentabilidad, potenció calidad y cantidad.

—¿Existe diálogo entre el sector y el gobierno?

—Al menos cumplió la mayoría de sus promesas en cuanto a la unificación del tipo de cambio y quita de las retenciones prácticamente en todos los productos, a excepción de una parte en la soja. Existe diálogo y, de hecho, se informaron los fundamentos. Reclamos siempre hay, pero hoy es un intercambio de ideas.

—¿Qué cuestiones aún deben discutirse?

—Los productores de nuestro país sufren una enorme burocracia. En ese sentido, la anterior gestión complicó muchísimo las cosas y este nuevo gobierno en parte demostró intención de simplificar, aunque, en realidad, se agregaron otras cuestiones nuevas que siguen generando sobrecarga. El productor no es una oficina administrativa, tiene que producir. Obviamente, sin perjuicio de cumplir normativas legales e impositivas.

—¿Qué incentivos hacen falta?

—Sería interesante implementar una desgravación impositiva sobre la aplicación de fertilizantes. El ministerio de Agroindustria alienta a su uso pero es muy “pesado” para el productor. No pedimos un subsidio, sino un “envión” para que la tecnología pueda ser utilizada. Hay otra cuestión: los fletes están muy caros y eso preocupa. A esto debe sumarse el abandono de la red ferroviaria y el deterioro de la red vial. Todo esto afecta el resultado económico.

—¿Cómo está el sector en materia de seguridad?

—Mejorando porque estamos muy atentos y trabajando sin pausa. La Fiscalía de Delitos Rurales ha dado excelentes resultados, por ejemplo con la detención de “personajes” muy conocidos. Igualmente es un flagelo que no termina.

—¿Cómo se encuentran los caminos?

—No están bien. Tenemos un sistema de mantenimiento por el cual la Provincia gira fondos que, a su vez, los municipios administran por sí mismos o a través de las asociaciones rurales. Pero siempre son insuficientes. Cuando cae agua de golpe, se destruyen. Estamos tratando de que liberen una partida, muy escasa, pero al menos podríamos reparar la emergencia, es decir, la situación de quienes apenas pueden salir de sus establecimientos.

—¿Cuál sería la solución de fondo?

—Un programa provincial de mantenimiento y mejora. Con obras como alteo y alcantarillas los caminos durarían más.