Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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El Ciclón embocó otro título

Con la obtención del Súper 4, San Lorenzo reafirmó su exitoso proceso basquetbolístico desde su retorno a la élite de la Liga Nacional hace menos de dos años.

La conquista del cuadrangular, que se jugó en Corrientes y reunió a los mejores clasificados de cada Conferencia, le aseguró, además, un lugar en la próxima Liga Sudamericana –la misma competición que en noviembre acarició Bahía Basket en la final con Mogi das Cruzes de Brasil- y en la flamante Supercopa que se disputará antes del inicio de la temporada 2017-2018.

El Ciclón plasmó su jerarquía frente a los dos rivales más fuertes de la Zona Norte. Venció apretadamente a Estudiantes de Concordia (83-78), en la “semi”, y luego superó al local San Martín (70-59), en la definición, estableciendo una decisiva ventaja durante el tercer cuarto del partido.

La victoria se suma a una serie de trascendentes logros deportivos e institucionales que han colocado a los azulgranas transitoriamente en la cumbre del baloncesto argentino. San Lorenzo venía de ganar la Liga Nacional 2015-2016, de enfrentar en un hecho histórico a un equipo de la NBA como Toronto Raptors, el 14 de octubre pasado, y de inaugurar el Polideportivo Roberto Pando en el barrio de Boedo.

Su vuelta a la LNB revitalizó, también, una plaza como la Capital Federal convocando masivamente a sus hinchas en los escenarios de Obras Sanitarias, Ferro Carril Oeste y posteriormente en su casa. Lo propio aconteció en el resto del país donde, al influyo del fútbol, sus seguidores siempre acompañaron las actuaciones del conjunto orientado por Julio Lamas.

A propósito, la mano del entrenador –un hombre sentimentalmente identificado con el club- ha sido fundamental para conformar planteles altamente competitivos y con aspiraciones permanentes.

Pese a conseguir el título máximo en el plano doméstico, Lamas apenas conservó en sus filas a dos figuras excluyentes como Nicolás Aguirre y Marcos Mata y prescindió, entre otros, de Walter Hermann, Lucas Faggiano, Bernardo Musso y los tres extranjeros, todos importantes en el funcionamiento del campeón.

En la actual temporada, el técnico renovó la plantilla con otros basquetbolistas nacionales de probada capacidad como Gabriel Deck, Selem Safar, Matías Sandes y Santiago Scala, a los que rodeó de tres foráneos (Jerome Meyinsse, Guillermo Díaz y Mathías Calfani) igualmente rendidores.

La actual versión, con idéntica química colectiva que la anterior, impone diferencias por la dinámica de su juego, la eficacia de su tiro exterior, una gran disposición defensiva y un esfuerzo grupal que potencia el talento de sus individualidades.

El siguiente desafío, al margen de no descuidar su posición de privilegio en la Zona Sur de la LNB, será el primer tramo de la Liga de las Américas en el que medirá sus fuerzas con Hebraica Macabi de Uruguay, Capitanes de Puerto Rico y Bucaneros de Venezuela. La etapa clasificatoria se desarrollará entre el 3 y el 5 de febrero venideros, en Boedo.

Ante esta oportunidad que se le presenta a nivel internacional, San Lorenzo parece contar con la dotación suficiente para consolidar su crecimiento y respaldar otra ilusión.