Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Guillermo Torres, el inicio de una transformación

Avanza la reforma de la emblemática calle whitense. También se espera el asfalto del bulevar Juan B. Justo.
La arteria de las cantinitas, una postal de la localidad portuaria, se rehizo con pavimento articulado y parte de los adoquines recuperados de Donado.

Mario Minervino

mminervino@lanueva.com

Antes de terminar el año quedará habilitada la puesta en valor de la calle Guillermo Torres, de Ingeniero White, de acuerdo con lo señalado a este diario por el secretario de Infraestructura del municipio, ingeniero Guillermo Manrique.

La obra puede aparecer como modesta en su alcance --son tres cuadras de reconstrucción del pavimento y ensanche de veredas-- pero es considerada clave para la recuperación de un sector que supo ser emblemático para la ciudad y la región.

El pasado 2 de octubre, el intendente Héctor Gay participó de los actos celebratorios del 131º aniversario de la localidad y en su discurso habló de la necesidad de "recuperar la gloria perdida" de un lugar al que calificó "sin equivalencias en toda la ciudad".

En esa oportunidad el jefe comunal expuso la fuerte dicotomía existente entre el sector portuario e industrial y el área urbana.

"A pocas cuadras salen millones de dólares y de este lado tenemos un deterioro paulatino. Las propias empresas tiene que saber que no vale de nada tener tecnología del siglo XXI si a pocas cuadras se registran situaciones casi coloniales, del siglo XIX", declaró.

El presente

Dos obras buscan mejorar el paisaje urbano de Ingeniero White: la mencionada intervención en Guillermo Torres y la pavimentación --ya adjudicada-- del bulevar Juan B. Justo.

Para completar el primer caso la comuna realizará una convocatoria a interesados en administrar las tres cantinitas ubicadas sobre esa arteria, las cuales, más allá de su colorido y pintoresca presencia, hace años que no funcionan y cuando lo hicieron tuvieron una irregularidad que atentó contra su éxito.

Alentará además a que se vayan renovando los inmuebles que dan sobre esa calle, muchos de ellos abandonados, vandalizados o en un penoso estado de franco deterioro.

La recuperación del área requiere que comiencen a aparecer ofertas comerciales atractivas, que generen un imán para la gente de la ciudad y la zona.

La revalorización de Guillermo Torres es la última intervención que se realizará con parte de los fondos aportados por empresas privadas para el denominado Plan Director de Ingeniero White, presentado en 2009.

Se trató del aporte de 52 millones de pesos, que en principio realizarían en partes iguales Nación, Provincia, Municipalidad y algunas de las empresas del Polo Petroquímico.

La puesta en valor refiere la semipeatonalización de la calle, con pavimento articulado y parte de los adoquines recuperados de calle Donado, que quedará al mismo nivel que las veredas, también reconstruidas.

Se colocará además un importante equipamiento urbano, compuesto por bancos, papeleros, bicicleteros, iluminación y una variada forestación.